domingo, diciembre 31, 2006

Lo mejor del 2006 II: los personajes del año

Por fín hoy, después de una semana sin actualizar por culpa del maldito Football Manager 2007 que me tiene enganchado, este blog cumple con lo prometido y, justo a tiempo antes de que acabe el año, aquí os pongo mi particular lista de los personajes más destacados del año. Huelga decir que la lista obedece a criterios totalmente subjetivos y que poco tienen que ver con los de, por ejemplo, la revista Time. No, yo he optado por personajes controvertidos, que han dado origen a debate, unos más reconocidos, otros menos, pero que he considerado que reunían méritos suficientes para ganarse la distinción. He aquí los elegidos. Y tranquilos, que tenéis para leer un buen rato.

5. ANDRÉS MONTES
¡Tiki-taka, Salinas!
Cuando la Sexta se hizo con los derechos del Mundial surgió la desconfianza. ¿Iba a ser capaz una cadena recién nacida y casi sin infraestructuras (no tenía ni informativos) de retransmitir un evento deportivo de esa magnitud? Estaba claro que el Mundial iba a ser la prueba de fuego de la nueva cadena. Y decidieron poner a Andrés Montes como locutor, un hombre con amplia experiencia en la retransmisión de deportes, pero.. para empezar, no sabía nada de fútbol, su especialidad era el baloncesto; y, por añadidura, su manera de comentar era... ¿cómo definirla?... fuera de lo común. Su tendencia irrefrenable a inventarse apodos para los jugadores, a repetir coletillas y a bromear con sus compañeros en lugar del clásico estilo "cuento lo que pasa en el campo" fue, desde el primer momento, un shock para el telespectador español medio, ése que nunca había oído a este hombre animar a su manera las retransmisiones de los partidos de la NBA. Pero, al tiempo que media España lo criticaba, la otra media aplaudía su capacidad para amenizar partidos soporíferos y sumaba sus frases al imaginario popular. Por ejemplo, desde este mundial, los cerebros han pasado a ser "jugones", Carles Puyol ha pasado a ser "Tiburón", aunque aún no sepamos (quizá ni el mismo Montes lo sepa) a qué venía el calificativo. Por no hablar de su capacidad para crearle nuevos motes a los jugadores (especialmente divertidas la cantidad de bromas a que dio origen un central alemán con el desafortunado nombre de Metesacker) o para haber convertido a un locutor soso como Julio Salinas en un cómplice ideal para sus bromas: "qué bien nos lo estamos pasando, Salinas".
Por si fuera poco, a su regreso del Mundial de fútbol le mandaron (decisión lógica por cuanto ya se había hecho famoso y era su especialidad) a cubrir el de baloncesto, junto a Iturriaga y De la Cruz, dos socios mucho más alocados y capaces de prolongar la fiesta que suponían sus retransmisiones (su entrada vestidos de samurai y geisha en el pabellón el día de la final fue mítica), con tan buena fortuna que esta vez la fiesta también lo fue en lo deportivo, siendo el encargado de narrar en directo para televisión una de las grandes gestas de la historia del deporte español.
Total, que pocas dudas puede haber de que ha sido uno de los personajes del año. "Porque la vida puede ser maravillosa", sí, señor.


4. JIM-BOX
¡La puta hormiga!
El asturiano Jaime Fernández Miranda (alias Jim-Box) se ha convertido, por méritos propios, en uno de los nombres más carismáticos y, a la vez, más discutidos del mundillo del cortometraje español. Cortometrajista amateur y autodidacta desde que hace unos años se comprara una cámara para grabarse a él y a sus amigos haciendo surf, se ha erigido en animador del panorama a través de su participación en foros de Internet y en numerosos festivales, y, sobre todo, de su ingente producción (un corto cada dos meses, aproximadamente, que se pueden ver en Internet a través de su web o del Youtube). Defensor acérrimo de la difusión de su obra por la red, su particular estilo de "cine de guerrilla" (películas grabadas sin presupuesto, con las imágenes a su alcance y bastante improvisación) ha dado lugar a algunas pequeñas obras maestras del cortometraje reciente español ("Take off (despegue)", grabada en un viaje a Holanda; o "Videoblog", la mejor representación fílmica posible de qué es llevar un blog). Después de haberse hecho un cierto nombre, este año le llegó el reconocimiento definitivo con su polémica y discutida victoria en el Notodofilm (con "H5N1", curiosamente una de sus obras más flojas; aunque también finalista del mismo concurso fue la más brillante "Las abejas") y la inclusión de "Take off (Despegue)" entre los finalistas del Fotogramas en Corto (ya el año anterior lo había conseguido con "Light hunter", pero esta vez el nivel del concurso era considerablemente más alto). Convertido ya definitivamente en una referencia ineludible del cortometraje nacional, este año ha firmado nuevos trabajos como "The party is over", en su estancia en la Escuela de Cine de New York (premio del Notodo) o "La marea", junto a Iván Sáinz-Pardo (otro cotometrajista nacional de culto) y Dirk Soldner, en los que se puede comprobar su evolución visual y narrativa. Sin duda, un gran año el suyo... y promete ir a más. Ya veremos hasta dónde.

3. LONELYGIRL15
La chica que salió de la tarta
Nunca me he podido resistir al encanto de un gran engaño. ¿Recordáis la historia del pánico creado por Orson Weles con su retransmisión radiofónica de La guerra de los mundos, al no avisar de que se trataba de ficción? Esta historia no ha tenido tanto impacto, pero conceptualmente parte de la misma base. Unos tipos deciden crear una elaborada ficción en la forma del videoblog de una jovencita llamada Bree, sin decir que era mentira. Bree era una joven inteligente y solitaria, educada en casa por sus autoritarios padres, seguidores de una religión poco convencional (¿satánica?) y con un compañero/novio, Daniel, único otro personaje que aparecía en sus videos al principio, con el que la naturaleza de su relación parecía un tanto extraña también.
Una buena parte de los internautas que seguían su historia (e incluso chateaban con ella, o eso creían) se enfurecieron notablemente cuando al fin se descubrió que no era real (y, de hecho, muchos siguen insultando a los responsables y trolleando en los comentarios de sus posteos). Al tratarse de algo nuevo (¿una ficción en Youtube?) nadie se lo esperaba, y con la decepción emergió la desconfianza de qué se pretendía con ello, qué querían vender los autores. Sin embargo, a la postre, la revelación ha permitido a sus autores abandonar el estatismo de sus primeras entregas, añadir personajes (¡con sus propios videoblogs!), nuevas localizaciones y, en general, acelerar la trama. Puede que hayan perdido empatía, pero han ganado repercusión (han salido en todos los medios de América) y libertad creativa.
Yo personalmente no sigo la serie (apenas por referencias), y es que a mí los videoblogs nunca me han llamado demasiado... pero me parece que un concepto tan innovador merecía meterse en la lista. ¡Y qué leches, engañaron a miles de personas! ¡Eso es un punto extra!
NOTA: Ayer un amigo me apuntaba que lo sentía por los creadores de la serie, pero que la gente sólo se metía a su videoblog por lo mismo que se mete a otros: ¡porque la tía está buena! No es que lo dude. De hecho casi todas las series de éxito tienen una tía buena. Personalemente, me quedo con la Niki Sanders de Heroes. Ali Larter, mmmm....


2. ARCTIC MONKEYS
Apuesto a que quedas bien en la pista de baile...
A finales del 2005 la prensa musical británica anunciaba ya un terremoto: un grupo de chavales de Sheffield (la ciudad de Pulp, The Human League, Def Leppard... ¡la ciudad de Full Monty!) se habían hecho populares con sus canciones (que podían descargarse libremente en Internet) y estaban a punto de lanzar al mercado su primer LP. Su primer single, I bet you look good on the dancefloor, había sido un gran éxito a pesar de la disponibilidad de la canción (en una versión maquetera, eso sí) en la red desde hacía algunos meses. La revista NME les pregonaba ya como "the next big thing", aunque a estas alturas ya todos están acostumbrados a que lo dijeran una o dos veces al año de nuevas bandas emergentes. Eran los Arctic Monkeys.
Pero llegó enero y resultó que esta vez sí. Whatever people say I am, that´s what I´m not se convirtió de inmediato en el disco que más rápido se había vendido de la historia en el Reino Unido. Para colmo, resulta que era un disco realmente bueno. No tan bueno como para justificar las excesivamente elogiosas afirmaciones de los críticos de NME que lo incluyeron entre los diez mejores discos de la historia, pero sí como para erigirse sin demasiados problemas como uno de los mejores discos del año. Quizá el mejor. Aunque apuesto a que ninguna revista musical les da esa distinción: son demasiado populares como para que los de la revista queden bien como entendidos si los aplauden, además salió en enero y a estas alturas su impacto se ha diluido más que el de otros discos más recientes.
Su éxito tuvo un gran impacto. Se generó todo un debate acerca de si su popularidad se debía a que regalaban sus canciones en Internet (a lo que su cantante Alex Turner replicaba que también sería porque eran buenos, porque si no no se comprarían el disco teniendo ya las canciones), y de hecho han conseguido que parte de la industria musical haya empezado a mirar la red de otra manera (esto es en un país como Inglaterra, donde la música es realmente una industria; en España la mentalidad sigue siendo cerrada y oscurantista).
También hubo un pequeño escándalo cuando se supo que Rupert Murdoch, el dueño de MySpace (y de la Fox), había intentado quedarse con los derechos de sus canciones alegando que, según los términos del contrato base de la creación de sus páginas (ése que nadie lee), eran suyos desde el momento en que los habían colgado en una de sus páginas, unos términos de uso abusivos que el grupo supo solventar (la página no era suya sino de un fan, y las versiones colgadas en la página no eran las definitivas) pero que descubrieron una realidad bastante dolorosa para los usuarios de Myspace, aunque la noticia tampoco ha tenido mucho eco después, aun incluso cuando Murdoch decidió crear su propia discográfica y editar recopilatorios de canciones publicadas en MySpace. Sin embargo, parece ser que en verano cambiaron los términos del contrato, después de que el cantante folk Billy Bragg denunciara públicamente estas condiciones abusivas ante los medios (los no controlados por Murdoch, supongo).
La influencia de los Arctic Monkeys se ha extendido, de hecho, hasta ámbitos populares insólitos. The Sun publicó que el ya famoso "baile del robot" con el que celebraba sus goles el delantero del Liverpool y de la selección inglesa Peter Crouch (popularizado en todo el mundo después de que lo hiciera en el Mundial de Alemania) es un homenaje directo a una de las frases del estribillo de I bet you look good on the dance floor. Aunque de este periódico cualquiera se fía.
No sabemos qué les deparará el futuro. De momento, uno de sus miembros (el bajista, Andy Nicholson) no ha sido capaz de soportar la presión de la fama y el éxito, y ha abandonado el grupo. El EP Who the fuck are the Arctic Monkeys y el single Leave before the lights come on sorprenden menos y no resultan tan brillantes como su LP y sus primeros singles. Es probable que, como tantos otros grupos encumbrados demasiado pronto, no sean capaces de volver a hacer algo tan bueno. Pero, de momento, ¡que les quiten lo bailado!


1. ÓSCAR PEREIRO
El campeón inesperado
Es curioso, en un año de tantos éxitos para el deporte español (el Mundial de Baloncesto, la F-1, la Champions, la UEFA, Roland Garrós, etc.) uno de los más grandes triunfos ha pasado desapercibido, incluso aunque fuera en una prueba centenaria y de indudable prestigio, en la prueba más dura y exigente de una de las disciplinas más duras y exigentes del deporte: el ciclismo.
A Óscar Pereiro no le han dado ni el eco, ni los aplausos, ni los honores que un triunfo en el Tour merece. De hecho, todavía no le han dado ni siquiera el título, aunque nadie duda de que va a ser así. La propia organización del Tour lo considera ganador, pero se somete a la UCI, que a su vez deja la decisión en manos de la Federación Americana que es la que debe sancionar al desposeído Floyd Landis, y ésta se encuentra en medio de una maraña de abogados del corredor y su equipo que intentan salvar lo insalvable. Le darán el triunfo, pero ya es tarde: ha perdido la oportunidad de disfrutar la gloria del momento. Aunque disfrutó la de un segundo puesto que nadie (ni él mismo) esperaba, y fue el ganador moral de la prueba... pero no es lo mismo. Pereiro entra en la historia de los vencedores del Tour por la puerta de atrás. Como Henri Cornet o Roger Walkowiak, casos a los que su triunfo recuerda.
(modo digresión on)
Henri Cornet, ganador del Tour en su segunda edición en 1904 (con casi 20 años, el ganador más joven de la historia), vio cómo la organización le daba como vencedor cuatro meses después de acabar una prueba plagada de incidentes en la que él había finalizado quinto a más de tres horas del vencedor (Maurice Garin), después de que una comisión de investigación descalificase por irregularidades a los cuatro primeros clasificados, en la única ocasión hasta ahora en que se ha desposeído del triunfo a alguien. Desde entonces fue abucheado por el público en cada carrera que aparecía, lo que, unido a una publicidad que no deseaba (su verdadero nombre era Henri Jardy, corría con seudónimo para que su familia no supiera que era ciclista), le llevó incluso a una retirada temporal de varios meses. Cuando murió, en su pueblo nadie sabía que allí vivía un ganador del Tour.
Roger Walkowiak, por su parte, ganador en 1956, en la mayor sorpresa producida en el ciclismo moderno, al menos hasta este año. Una victoria que dio origen a la frase "ganar a la Walkowiak" o "a la Walko" para referirse a una carrera en la que no destaca ningún favorito y los teóricos aspirantes al triunfo se anulan entre elos permitiendo que un desconocido les gane una minutada en una escapada en una etapa aparentemente inofensiva, que ya no se dejaría arrebatar (ejemplos recientes: Chiappucci estuvo a punto de hacerlo en el Tour del 90, que acabó segundo, lo hizo Giovanetti en la Vuelta del 91... y Pereiro en este Tour). Walkowiak, corredor combativo, ni siquiera iba a correr aquel Tour: fue convocado a última hora (entonces el Tour se corría por selecciones nacionales y regionales) por la selección regional de Nord-Est-Centre (del Noreste y Centro de Francia) para sustituir a Gilbert Bauvin, que había sido convocado por la selección francesa (y que a la postre acabaría segundo ese mismo año). Walkowiak se metió en una escapada en una etapa llana que le dio una renta de casi veinte minutos con respecto a los favoritos. Nadie pensó que aguantaría, pero aunque él no era quizá uno de los "grandes", sí era un buen escalador, uno de esos corredores currantes, de equipo, que, a falta de victorias, solían acabar en buenos puestos pero sin llamar la atención. Walkowiak cedió el amarillo en los Pirineos, pero lo recuperó en los Alpes. Pese a ello, todos atribuyeron su victoria a la escapada inicial, y el público despreció su triunfo, considerándolo "de rebote". Apenas le aplaudieron al llegar a París. Deprimido, contrajo una grave enfermedad en una gira ese mismo invierno que hundió su carrera y le impidió sacar partido económico de su éxito.
(modo digresión off)
Óscar Pereiro (que espero no tenga que pasar por los problemas que afectaron a los dos anteriores) no contaba para el triunfo, no era favorito. Había acudido al Tour para ayudar a su jefe de filas Alejandro Valverde, pero la retirada de éste tras una caída le dejó como líder del equipo. En la primera etapa de montaña había cedido veinte minutos, por lo que no preocupó demasiado a los favoritos (especialmente al líder, su amigo y ex-compañero Floyd Landis) que se colase en una escapada que ganó media hora al pelotón. Pero una vez de amarillo aguantó con los mejores, perdió el liderato pero consiguió recuperarlo contra pronóstico, y sólo cedió en la contrarreloj final, en la que cedió el maillot pero mantuvo heróicamente la segunda plaza, que a la postre será la primera. La pregunta que uno se hace es por qué los demás pensaban que no era peligroso. Venía de acabar décimo en los dos Tours anteriores, había sido 11º en el Giro, había ganado etapas de montaña en varias vueltas importantes, incluído el propio Tour. Estaba claro que no era un corredor mediocre. Pero el Tour de las ausencias (la Operación Puerto dejó fuera a casi todos los favoritos), sin un corredor que ejerciera de jefe de la carrera, fue también el Tour de los errores tácticos (tampoco estuvieron finos los equipos de Carlos Sastre y Andreas Kloden al decidir no ayudar al equipo de Pereiro en la etapa que atacó Landis). El corredor gallego aprovechó el regalo y luego supo sufrir como el campeón que es. Se merece el aplauso.


Pues nada, esto ha sido todo. Al año que viene, más.
¡FELIZ AÑO NUEVO!

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