jueves, abril 18, 2013

Dos series británicas

Me gustan las series británicas. No sé si es por su formato de temporadas reducidas que no deja espacio para el relleno, si es por su particular sentido del humor, o simplemente porque soy bastante anglófilo (especialmente en lo musical pero también en lo literario). Sin embargo hasta ahora no he hablado de ellas por aquí. Y lo malo es que, a poco que uno se despista, las reseñas dejan de tener sentido, porque, al ser muy buenas, en poco tiempo corre la voz y de repente todo el mundo las conoce y todos han hablado de ellas. ¿Qué sentido tiene recomendar a estas alturas Black mirror (dos temporadas que han hecho furor), Misfits (aunque decayó tras la segunda temporada, y acaban de anunciar que cerrará con la quinta, en la que ya no quedará ninguno de los protagonistas originales) o Sherlock (¡estamos impacientes por ver la tercera temporada!)? Pero, bueno, voy a hablar de las dos últimas series británicas que he visto, con la esperanza de que éstas sí que llegaré aún a tiempo de descubrírselas a alguien.

UTOPÍA ha sido la serie revelación de este comienzo de año, un muy bien llevado thriller conspiranóico en una temporada de seis episodios que tendrá continuidad (recientemente se ha confirmado que habrá al menos una segunda temporada). Un grupo de personajes muy diferentes que coinciden en un foro de Internet dedicado a una novela gráfica de culto son invitados por otro compañero forero que ha conseguido los originales de la inédita segunda parte y quiere mostrárselos. Por desgracia para ellos unos despiadados asesinos andan también tras los originales, además de buscar a una misteriosa mujer llamada Jessica Hyde. Paralelamente, un funcionario del Ministerio de Sanidad es chantajeado para que ayude a una misteriosa organización a conseguir sus enigmáticos objetivos. Contar algo más sería caer inevitablemente en el spoiler.
La serie ha levantado cierta polémica por no cortarse un pelo a la hora de utilizar la violencia, incluso habiendo niños implicados, pero no se puede negar su capacidad para enganchar al espectador y sorprender con nuevas vueltas de tuerca, además de crear imágenes icónicas (su utilización de planos frontales a lo Wes Anderson, su particular uso de la luz y el predominio de los colores primarios hacen que visualmente sea diferente a lo que vemos habitualmente en TV) y personajes inolvidables (el asesino al que da vida Neil Maskell, con su caminar desgarbado y sin aliento, es todo un acierto). Hasta la banda sonora, mitad melodía alegre, mitad sonidos angustiosos, es estupenda.
En fín, una serie muy recomendable que merece las alabanzas que está recibiendo.
GENIÓMETRO: 4/5 colombos


Mucho más desapercibida pasó en su momento DIRK GENTLY, serie que fue cancelada dejando como bagaje un piloto emitido a finales de 2010 y tres episodios emitidos en 2012. Producida por la BBCFour, quizá le faltó presupuesto para extraer todo el jugo visual a unos guiones bastante divertidos que la convirtieron en una especie de versión cómica de Sherlock, con la que comparte la mecánica "detective excéntrico + compañero".
Inspirada en el personaje creado por Douglas Adams (escribió dos novelas y estaba trabajando en una tercera cuando murió), la serie (que no sigue fielmente los libros de Adams, empezando por el aspecto del propio Dirk, aunque extrae bastantes ideas de ellos) nos cuenta las aventuras de Dirk Gently, detective holístico que basa sus investigaciones en "la fundamental interconectividad de todas las cosas", lo que básicamente supone basarse en el azar para descubrir relaciones entre acontecimientos aparentemente inconexos (y presentar desorbitadas cuentas de gastos a los clientes por ello, dado que todo gasto está relacionado). Junto a él se encuentra su viejo compañero de universidad Richard McDuff, que tras ser su cliente en el piloto se convierte en su compañero/ayudante (depende de quién de los dos lo diga) en la serie, y que ejerce como su Watson particular.
Una serie digna y que se deja ver. Yo la disfruté.
GENIÓMETRO: 3/5 colombos