jueves, noviembre 30, 2006

It´s coming! It´s JÍAR!!! IT´S...!!!!!

A partir de mañana...
Cartel que simboliza al Festival pendiente de un hilo
Festival Nacional de Cine de Jóvenes Realizadores
Ciudad de Zaragoza 2006

Del 1 al 9 de diciembre. Os esperamos.

miércoles, noviembre 29, 2006

Directo a Video: Nueve tumbas (Paris Hilton vs Braveheart)

El título original era NUEVE VIDAS... que casi es incluso peor
¡Vuelve la sección que todos los lectores de este blog estaban esperando! Y lo hace con Nueve tumbas, protagonizada por una famosa de auténtico lujo, nada más y nada menos que ¡¡¡Paris Hilton!!! Bueno, reconozcamos que la chica, muy famosa por sus juergas y su multimillonaria fortuna, no vale demasiado como actriz, es resultona pero no guapa e inexpresiva como pocas. Pero, eh, esto juega a su favor: su total y absoluta incapacidad para la actuación impide que sobreactúe, por lo que, si se le proporciona un papel de maniquí, puede resultar tan efectiva como cualquiera de los que protagonizan The Fuccons. En esta película tienen muy claro desde el principio todas sus cualidades, así que le dan el papel de su vida. Literalmente. Paris Hilton interpreta a una niña rica cuya máxima preocupación es ir de juerga por las principales ciudades del mundo mientras es perseguida por la prensa rosa. En la película se emborracha con sus amigos, en un par de frases deja clara su hedonista visión de la vida, y muere antes de que el papel requiriese un sólo movimiento de ceja. En alguna escena podrían haber utilizado un muñeco con una foto de su cara pegada en la cabeza y nadie habría notado la diferencia.
¡Pero, en fin! La actriz-estrella es el menor de los problemas de un subproducto que recurre, una vez más, al tan manido tópico de "grupo de amigos que se reúnen, se quedan aislados y son eliminados uno a uno". El verdadero problema es que la historia no hay por donde cogerla.
Imaginemos. Una gran mansión en las Highlands escocesas. Allí, apartados del mundo, se reúne un grupo de nueve amigos que apenas se ven desde que acabaron sus estudios universitarios. Todos inglesitos de clase alta, excepto una tímida inglesita que era la cerebrito del grupo, y su objeto de deseo, un currante escocés que llega tarde porque es el único que tenía que trabajar. Desde el principio parece claro que son estos dos proletarios los que van a protagonizar la cinta, porque, en el fondo, ¿a quién no le divierte ver morir millonarios de las formas más sangrientas posibles? En especial si son milonarios tan imbéciles como éstos. La fiesta merece también una mención especial como una de las más deprimentes jamás rodadas. En ningún momento da la impresión de que estén en una fiesta. En ningún momento da la impresión de que se lo estén pasando bien. En ningún momento da la impresión de que sean tan siquiera amigos de verdad. Eso sí, el whisky corre que da gusto, que para eso estamos en Escocia.
Total, que se desata una tormenta de nieve y la casa queda aislada, los teléfonos no funcionan y los móviles no tienen cobertura. Los niñatos se van a la cama, salvo un par de ellos que se quedan bebiendo. Y uno de ellos se carga una estantería y encuentra, en un agujero de la pared, un viejo libro. Se trata de la autobiografía manuscrita de un señor escocés que luchaba por su patria en plan Braveheart, y al que los ingleses vencieron, apresaron, arrebataron sus tierras, mataron a su familia y le arrancaron los ojos. Al leerlo, el incauto es poseído por el espíritu del Braveheart sin ojos... sus ojos desaparecen y empieza la matanza de inglesitos. Tiene mérito lo de poner tu espíritu en un libro, pero más mérito tiene escribirlo (y dibujar estupendas ilustraciones) sin ojos. Por cierto, los poseídos, ¿cómo verían, sin ojos? Bueno, da igual...
El caso es que el otro que estaba con el poseído le dan un golpe en la cabeza y queda inconsciente, luego se oye gritar a Paris Hilton y a la escena siguiente la encuentran en el suelo, apuñalada. ¿Veis la foto? Pues este es el nivel de sangre de la película. Qué triste. Mañana mismo me vuelvo a poner Evil dead 2 o Braindead, para resarcirme.
¡Oh, Dios mío! ¡Han matado a Paris! ¡Hijos de puta!
A partir de aquí todo se embarulla, unos personajes van por un lado, otros por otro, otros se atrincheran en la biblioteca, no se fían los unos de los otros, y van apareciendo más muertos. De repente la cerebrito encuentra el libro, lo lee y deduce, en un ataque de intuición, que el vengativo espíritu del Braveheart sin ojos los está poseyendo y que cada vez que consiguen cargarse al poseído, su espíritu puede poseer al asesino. Lo más alucinante no es que la chica acierte con lo que está ocurriendo, sino que los demás se lo creen sin siquiera dudar de ello. A todo esto los crímenes son demenciales, algunos incluso se producen sin querer.
Al final sólo quedan el escocés proletario, la cerebrito y el poseído de turno. La cerebrito mata (¡accidentalmente!) al poseído y se aterra al darse cuenta de que va a ser la siguiente poseída. Entonces corre a los brazos de su amado y le pide que la mate antes de que termine de agonizar el poseído, para que el espíritu no pueda entrar en ella y se cierre el círculo. Y, tras una escena sensiblona con beso incluído, así lo hace. A fin de cuentas, el protagonista de "los Inmortales" era escocés, y, ya sabéis, su lema era "sólo puede quedar uno"...
Y acaba todo. El escocés proletario se queda solo en la puerta de la mansión esperando a que pase la tormenta para irse, mientras explica en off que el espíritu del Braveheart nunca fue a por él, que sólo iba a por los ingleses, y que él nunca entró en sus planes criminales. Ah. Pues vale. Viva Escocia, tierra del primer fantasma psicópata ultranacionalista.
¿Por qué será que no me extraña demasiado que el tal Andrew Green, productor, guionista y director de esta mierda, no haya vuelto a hacer otra película?
GENIÓMETRO: 0,5/5 ed woods

viernes, noviembre 24, 2006

La leyenda de D.B. Cooper

Te equivocas, no soy D.B. Cooper
Hoy hace 35 años, la víspera del Día de Acción de Gracias de 1971, en un avión que acababa de despegar del aeropuerto de Portland, Oregón, camino de Seattle, Washington, un pasajero vestido con traje negro y de aspecto tranquilo llamó a la azafata, pidió una bebida y, al pagarle, le pasó una nota. La azafata, creyendo que el pasajero trataba de ligar con ella pasándole su número de teléfono, guardó la nota sin abrir en su bolsillo. Entonces el pasajero le dijo: "Señorita, sería mejor que mirase esa nota. Tengo una bomba." La azafata leyó la nota, que decía "Tengo una bomba en mi maletín. La usaré si es necesario. Siéntese a mi lado. Están siendo secuestrados." El pasajero abrió ligeramente su maletín y mostró brevemente a la azafata su contenido, unos cilindros gruesos de color rojo con cables.
La azafata informó al piloto, que pidió instrucciones al control aéreo de Seattle, que le recomendó que cooperara con el secuestrador. El pasajero, que volaba bajo el nombre de Dan Cooper, planteó entonces sus exigencias: quería 200.000$ en billetes de 20$ y cuatro paracaídas, a cambio de la liberación de los pasajeros. Cooper dio instrucciones al piloto de que no aterrizara en Seattle hasta que su dinero y sus paracaídas estuvieran listos.
A las 17:45 el avión aterrizaba en Seattle, donde Cooper obtenía lo que había pedido a cambio de liberar a casi todos sus rehenes, los otros 35 pasajeros y tres miembros de la tripulación, volviendo a despegar dos horas después con el piloto, el copiloto y una azafata como rehenes. Se cree que Cooper pidió cuatro paracaídas, uno por cada una de las personas que quedaban en la nave, para asegurarse de que no le dieran uno que no se abriera. Ordenó al piloto que viajara hacia México, a poca altura (10.000 m, una tercera parte de lo habitual en estos vuelos) y con el tren de aterrizaje bajado. En algún momento del viaje, aprovechando el mal tiempo, Cooper saltó del avión sin que los aviones que perseguían al aparato secuestrado pudieran percatarse de ello. No se sabe muy bien dónde aterrizó, pero se cree que fue en las inmediaciones de la ciudad de Ariel, 30 millas al norte de Portland, que ha aprovechado para celebrar desde entonces una fiesta anual llamada "D.B. Cooper´s day".
Después de una búsqueda de 18 días por la zona, no apareció pista alguna del secuestrador, el dinero o el paracaídas. El FBI interrogó a un hombre llamado realmente D.B. Cooper, que nunca fue considerado un verdadero sospechoso por los investigadores, pero su nombre trascendió a la prensa de manera que ha sido este nombre, en lugar del realmente utilizado "Dan Cooper", el que ha pasado a la historia.
El éxito del secuestro fue tan notable que en 1972 se produjeron varios casos similares, si bien en estas ocasiones el FBI sí que logró atrapar a los delincuentes.
El eco del secuestro se reavivó en febrero de 1980, cuando una familia que estaba de picnic al noroeste de Vancouver, Washington, encontró junto al río 5.800$ en billetes de 20$ que parece ser que pertenecían al botín.
¿Ha visto usted a este hombre?
Nunca se ha sabido a ciencia cierta qué pasó con Cooper o con el dinero. El FBI sospechaba que podía tratarse de Richard McCoy Jr., al que detuvieron al año siguiente por un secuestro similar, en el que utilizó el mismo modus operandi de Cooper. En 1974 se fabricó una pistola falsa con pasta dentrífica y escapó de la cárcel con otros compañeros de condena, robando un camión de basura y derribando con él la puerta de la prisión (¡y parecía que esas cosas sólo pasaban en las películas!). Moriría tres meses después en un tiroteo con los agentes del FBI que iban a detenerle, uno de los cuales tampoco salió vivo del encuentro. McCoy, veterano del Vietnam, piloto de helicópteros y aficionado al salto en paracaídas, llevaba una vida normal y nada sospechosa como profesor en Denver, casado y con dos hijas, e incluso (irónicamente) estaba participando como piloto en la búsqueda del secuestrador, hasta que el FBI lo detuvo gracias a una huella dactilar hallada en el avión. McCoy admitió este secuestro, pero nunca reconoció haber sido Cooper, aunque tampoco lo negó, pese a lo cual, por su experiencia bélica y por la vida normal y apacible que aparentemente llevaba, ha sido una especie de modelo en el que se han basado varios autores para crear sus historias de ficción sobre Cooper.
En el año 2000, por su parte, apareció en Florida una viuda que afirmaba que su difunto marido Duan Weber le había confesado ser D.B. Cooper justo antes de su muerte en 1995. Weber había servido en el ejército en la II Guerra Mundial y después había trabajado en una prisión cercana al aeropuerto de Portland, y tenía una vieja herida en la rodilla que afirmaba haberse hecho saltando de un avión. La señora Weber, además, recordó un viaje que había hecho con su marido a la zona de Seattle, por lo que su marido había llamado "motivos sentimentales", en la que Weber solía pasear sólo y en silencio por las orillas del río Columbia, casualmente por la misma zona donde cuatro meses después sería hallado parte del dinero. El FBI ha reconocido que Weber era, probablemente, el mejor sospechoso que nunca han tenido, puesto que además se parecía muchísimo al retrato robot de D.B. Cooper. Pero con Weber muerto y la imposibilidad de probar nada, todo queda en conjeturas.
El caso es que D.B. Cooper ha pasado al imaginario popular, como bien pueden comprobar los seguidores de Prison Break, si bien en esta serie no han sido muy coherentes con la historia real de Cooper. Pero el personaje también ha estado presente en cómics, novelas, películas y canciones, habiendo dado nombre a fiestas, mecanismos de seguridad de aviones de pasajeros, bares e incluso grupos musicales. Para no hablar de los homenajes menos evidentes, como por ejemplo el nombre del protagonista de Twin Peaks (Dale Bartholomew Cooper, las mismas iniciales... no, no es casual).
Vamos, un personaje mítico, casi un héroe popular. Y es que, ¿a quién no le gustaría dar un golpe tan espectacular, escapar y nunca ser capturado?

miércoles, noviembre 22, 2006

Un recuerdo a Robert Altman

Y acababa de roar una nueva película...
Ha muerto Robert Altman.
Todavía recuerdo la primera vez que ví una película de Robert Altman, siendo aún niño. Entonces, por supuesto, no sabía quién era Robert Altman. De hecho, todavía no me preguntaba quién escribía o dirigía las películas. Pero sí recuerdo que me impactó. Tanto, que aunque no he vuelto a ver esa película, todavía rememoro algunas escenas de vez en cuando. Y eso que la película en cuestión, El volar es para los pájaros (1970), la película que dirigió a continuación del éxito de M.A.S.H., está considerada una obra menor dentro de su filmografía. Pero me impactó porque era totalmente diferente de todo lo que había visto hasta entonces. Narración fragmentada, dualidad moral, elementos fantásticos irrumpiendo en un universo aparentemente realista, mezcla de elementos de comedia y tragedia, personajes e historias que se cruzaban con aparente aleatoreidad... En suma, un cúmulo de elementos narrativos fascinantes que descubría por primera vez, en una película definitivamente más transgresora que todo lo que había visto hasta entonces. ¡Y eso que la película ya tenía más de una década cuando la ví!
Tardaría mucho tiempo en descubrir que esta película era de Robert Altman. Sería bastante después de saber quién era este director, y después de haber visto unas cuantas películas suyas. Algunas sin saber que eran suyas, como el musical Popeye (1980), proyección sorpresa en el autobús en una excursión que hice con mi clase, y que tiempo después descubrí que había sido un fracaso de tal calibre que casi acaba con su carrera.
Robert Altman marcó un hito con su habilidad para desarrollar las más vitriólicas sátiras (como M.A.S.H. (1970), que en su momento innovó al tener en pantalla hasta a tres o cuatro personajes hablando a la vez, lo que hacía prácticamente imposible seguir algunos diálogos pero funcionaba a la perfección como símbolo del caos imperante en el microcosmos de la película) y para tejer grandes frescos corales de pequeñas historias de gente que se cruzaban en torno a un lugar o un acontecimiento (como Nashville (1975) o Short cuts (1993), adaptación de los relatos de Raymond Carver), cuya sombra se dibuja sobre otros grandes creadores de obras corales del cine americano contemporáneo (Lawrence Kasdan, Paul Thomas Anderson, Paul Haggis). También supo afrontar el género negro (como en Un largo adiós (1973) y el drama de época, con crimen incluído (como en Gosford Park (2001)).
Fue, además, un gran director de actores (véase la sutil interpretación de Julianne Moore en la escena final de la minusvalorada Cookie´s Fortune (1999), en la que, con expresión tranquila y serena pero con un significativo brillo en los ojos pone en su sitio a Glenn Close,la malvada de la función; es una de esas escenas que, pese a su aparente sencillez, te ponen la carne de gallina, y una de mis escenas favoritas del cine de todos los tiempos, que no es poco decir), y capaz de los mejores, más sorprendentes y complicados movimientos de cámara cuando se ponía (el famoso plano secuencia inicial de El juego de Hollywood (1992), que, vale, puede considerarse como una muestra de exhibicionismo pajero por parte de un director capaz hasta entonces relegado, pero también es sin duda una arrolladora y genial introducción en el universo de la película).
Y, bueno, no sé qué más decir. No era un autor fácil de seguir. Fue un autor irregular, con una filmografía también llena de tropezones (Pret-a-porter, Conflicto de intereses) que ni me molesto en enlazar.
Pero es que, cuando acertaba, era GRANDE. Y eso no está al alcance de muchos.

viernes, noviembre 17, 2006

Malavida informa, Malavida entretiene...

Nos dicen los colegas de Malavida que al mes que viene tenemos todos una cita... aquí:
¡La bomba!
Además, en Editorial Cornoque ya tienen preparadas sus próximas novedades: el número 14 de su fantabulosa revista, esta vez dedicado a las Joyas Literarias Juveniles (y, como se puede colegir de la portada, de un gusto exquisito)...
Homenaje a los clásicos
...y el álbum que recopila las aventuras de Macaria, el personaje creado por el gran (y único) Carlos Azagra.
El eterno femenino
Estas novedades, de hecho, estarán casi seguro para el Salón del Cómic de Getxo (del uno al tres de diciembre). Así que ya sabéis... id preparando las perricas...
(Y qué bien queda uno cuando hace publicidad gratuita a los amigos, y encima te resuelven el problema de pensar algo para publicar en el blog)

miércoles, noviembre 15, 2006

Asúmelo, cortometrajista

La cruda realidad
(Oh, bueno, sí, vale, en realidad CONOZCO a varios cortometrajistas que han rodado o van a rodar uno. Pero son casos raros. ¡También tengo amigos que se han comprado una casa!)

martes, noviembre 14, 2006

Si es que me pasan cosas que no son ni normales, joder

Este es mi barrio
Viernes noche. He quedado con un amigo en el centro a las doce, así que para llegar tengo que coger el bus de las once y media. Salgo de casa. Mucha niebla, frío y ni un alma por la calle. Camino por la avenida, anchísima y desierta, hacia la parada. De frente viene un grupo de cuatro chavales. De pronto, compruebo que vienen directamente hacia mí, y mira que es ancha la calle, y que dos de ellos van en manga corta, con el jersey atado a la cintura, y otros dos a pelo, sin camiseta, o mejor dicho, con ésta en la mano, lo que hace la situación mucho más inquietante, porque no hace ni diez grados. Se me acercan con cara de mala hostia y ya me temo lo peor, porque no hay un alma en la calle y, aunque no especialmente grandes, son cuatro. Hace un par de meses un grupo de skins le dieron una paliza de muerte a un pobre chaval al otro lado de la calle sólo porque no les gustaba su ropa. Éstos tienen los ojos brilllantes, vienen jadeantes y sudorosos y, como luego comprobaré, no vocalizan bien, así que probablemente hubieran bebido, o tomado lo que fuera. Mirándome mal, se adelanta el que parece ser su líder, el más gordo, que además de ir sin camiseta tiene unas enormes y fláccidas tetas de grasa que me recuerdan enormemente a una versión gitana del amigo gordo del prota de Kung Fu Sion cuando se sienta en la silla del barbero, y me dice, con tono amenazador.
-¿Tienes dos euros con cincuenta?
Yo me quedo parado mientras los cuatro me escrutan como un cazador a su presa. El tono ha sonado como si fueran a atacar en caso de oír una respuesta que no les guste. El problema es que a mí me preocupa más el vigilar dónde estoy yo y dónde están ellos por si acaso no se conforman con lo que lleve y me quieren sacudir de todas formas, así que estoy más pendiente de asegurarme de que no me rodean y de que tengo a mi espalda un hueco para salir corriendo que de llevar una conversación medianamente coherente. Y mi habitual stado de obnubilación mental hizo el resto. El resultado parece un diálogo de Bendis. Creo que mis réplicas eran tan estúpidas que les confundieron también.
-¿Que si tengo dos euros con cincuenta?
-Sí, que si tienes dos euros con cincuenta.
-¿Para qué?
-Para tabaco.
-¿Que os dé dos euros con cincuenta para tabaco?
-Que tenemos el mono.
-¿Que tenéis el mono... de tabaco?
-¡Que nos dés el dinero!
-¿Que os dé el dinero?
-¡¡¡DANOS EL DINERO, JODERRR!!!
Éste último ha sido el más pequeño que me salta encima y me intenta dar un puñetazo en el estómago, claro que como lo veo venir me echo atrás y sólo me da de refilón, no me hace ni daño, pero está claro que es momento de ceder no sea que se me echen encima los cuatro y a saber cómo acababa la historia.
-Vale, vale, tranquilo, tranquilo, que os lo doy, pero tranquilo.
Mientras, el gordo, que ademásde ser el líder parece el más sensato, tranquiliza al pequeñajo, yo echo la mano al bolsillo y saco la calderillla que llevo. La miro al sacarla, porque no sé ni cuánto llevo.
-Venga, dámela toda.
Ya contaba yo con que no iban a esperar a que separara dos euros con cincuenta. De todas formas calculo que habría unos tres o cuatro euros en total. Vamos, una puta mierda de botín.
-Bueno, venga, vámonos.
Pero el más pequeñajo se me queda al lado.
-Dame el móvil.
-¿¿¿Que te dé el móvil???
Esto sí que fue estupor auténtico. Claro, ellos no podían saberlo, pero mi móvil tiene seis años, es de recargas y no de contrato, pantalla monocroma, abulta más del doble que los de última generación, no tiene ni imágenes ni juegos ni melodías molonas ni nada, y a veces se apaga solo en medio de una conversación. Era como si alguien tratara de robarme un ZX Spectrum 48K en plena época de los PCs a varios gigas, de Internet y de las consolas. Pero la impresión que daba era que el pequeñajo no quería el móvil, en realidad, lo que quería era buscar la pelea. Pero en seguida llegó el gordo, lo agarró y se lo llevó.
-No, venga, vámonos.
Total que se alejan unos pasos y de repente se vuelve el gordo hacia mí y me pregunta:
-Oye, ¿vas a coger el autobús?
-Pues sí.
Se me queda mirando un momento.
-Pues espera, que te doy para que pagues el bus.
Y viene y me devuelve, del suelto que yo le había dado, noventa céntimos. Yo aquí no sabía ya ni qué decir, porque esto era ya muy surrealista. Claro, debe ser muy patético ir a robar a un tío y ver que tiene en el bolsillo menos dinero que tú. Por cierto, menos mal que me dio el dinero, porque, casualmente, me había dejado la tarjeta del bus en casa.
-Hostia, pues gracias.
Sí, señor. Y cuando ya se iban, aún voy yo y le pongo la guinda. Ya fuera porque tengo la mala costumbre de tener que ser siempre el que dice la última palabra, ya porque estaba ya tan obnubilado que no sabía ni lo que decía (mi estado habitual en momentos intensos, como pudo comprobarse a la hora de la entrega de premios de Escorto).
-¡Eh, tío!
Y voy al gordo y le estrecho la mano.
-Tío, te has portao.
Puede que quedara como un pringado, pero es que estaba aliviado porque aquello acababa medio bien, sorprendido por lo surrealista de la situación y, sobre todo, satisfecho porque había dejado tan patente que era un idiota que ni se les había ocurrido pensar que llevaba otros cuarenta euros en el otro bolsillo.
Y luego, cuando subí al autobús un minuto después de que ellos se hubieran ido,lo estaba pensando y aún no sé qué era más extraño. Si lo de los atracadores sin camiseta devolviéndome dinero para el autobús o mis diálogos para besugos incluyendo el apretón de manos final.
Pero una cosa es segura. Si hiciera un corto con una historia así, nadie se la iba a creer.

lunes, noviembre 13, 2006

Oktober Greatest Hits

Subliminal
Se cierra un paréntesis de un par de semanas sin actualizar el blog, por sucesivos motivos laborales, personales, familiares y existenciales. Y, aunque a estas alturas de mes ya casi parece desfasado, ¡vuelven los Greatest Hits!. Vamos a ver qué es lo que merece la pena ser recordado de la blogosfera de octubre, que hubo miga:

1) Forfy se curró un GLORIOSO Especial Halloween que por sí solo ya vale el número uno de la lista... pero además tuvo otros aciertos como encontrar esta demoledora animación. ¡Forfy, eres grande!
2) Raúl Sensato, por su parte, sigue recopilando grandes descubrimientos. Este mes nos puso Fast Film, un pedazo de corto animado que no os podéis perder, y la versión tulugu de Thriller, sin desperdicio alguno. Y además, aclaró capítulos oscuros de la historia de TVE, nos dio a conocer los ganadores de los Premios Ignobel de este año, y nos descubrió decoraciones de Halloween tan terribles que tuvo que acudir la policía para hacer que las retiraran. Vamos, que qué hacéis que no sois ya habituales de su blog.
3) Maravilloso video el que nos descubre la Sra. Hudson: Wassup Holmes, o Sherlock a ritmo de rap. Y también nos regaló una aventura de Sherlock Holmes escrita por Neil Gaiman (y a ella a su vez se la regaló Sergio, anterior inquilinio del blog del 221B de Baker Street). ¡Gracias a ambos!
4) Viruete hace una lista de videojuegos con licencias estúpidas. Increíble cómo es que alguien pudo pensar que eran buenas ideas...
5) La gente de Milinkito nos descubrió Rabbit, un impresionante corto animado. Y no contentos con ello, también enlazaron a las polkas de Weird Al Yankovic.
6) Crazy Japan nos contó el pasado japonés de Jennifer Love Hewitt, nos mostró ejemplos de censuras absurdas de series de anime, nos volvió a hablar de Bruce Lee a raíz del ya famoso anuncio, y también nos explicó el origen del piedra, papel o tijera... con un video de monstruos.
7) Roberto nos mostró el Plan 9 de las fotonovelas. Y no contento con eso, subió para Halloween un número de la Pequeña Lulú y editó el primer número de Killing Time, revista bilingüe de maníacos, monstruos y malhechores. ¡Impresionante!
8) Tones sigue con su repaso por la carrera de Jackie Chan. Muy interesante.
9) Muchas cosas interesantes este mes en el blog de las Galletas. Además de realizar una particular entrevista a Nacho Vigalondo, le dieron un repaso a la filmografía de Harry Dean Stanton y desvelaron la extraña fijación del Canal de Historia por Hitler. Tremendo.
10) Kalimero nos puso su top 10 de las mejores chicas Bond. Mmmmm... quién las pillara...
11) Absence reseñó la conferencia de Paul Karasik sobre la narrativa en el cómic. Ojalá hubiera podido estar allí.
12) El Cineasta Regio nos puso un impresionante anuncio animado. Maravilloso.
13) Celtas nos puso un video del Star Trek turco. ¡Viva la caspa!
14) Noel nos puso su top 10 de capítulos del Especial Casa-Árbol del Terror de los Simpsons. Todo un repaso en el que no podía meter nada que no fuera buenísimo. Además, sigue con su entrega mensual de la lista de las mejores comedias adolescentes.
15) Pussy Galore sigue su perversa disección de la comida enlatada que encuentra en los supermercados ingleses. También hizo una lista de los locales musicales más famosos del mundo, y de los artistas que tiraron su carrera por la borda después de ver la luz.
16) Javi Moya hizo una lista de sus videojuegos favoritos, y otra de las cosas más caras del mundo.
17) Kimota rememoró la saga de Temblores. Ah, los clásicos...
18) Kahlo nos puso un video en el que los Peanuts bailan el Hey yah de Outkast. Parece una chorrada, pero mola...
19) Don Julito planteó el enigma de los perros griegos.
20) Y en el blog de Vaya Tele (y en varias decenas más) se hicieron eco de este anuncio: Evolution. Muy bonito y bien hecho y con mensaje y tal... pero resulta que las ventas del producto han bajado. Ooops. La gente prefiere que la engañen, señores, ¿o es que no han aprendido nada de la política?

Y para acabar, no me resisto a poner esto, que ya lleva tiempo circulando por la red pero que no vi hasta este mes... una canción tremendamente pegadiza, ¡y es de un spot de espaguetis! Definitivamente, Japón es POP.