viernes, diciembre 13, 2013
Nueve años
Parece que fue ayer cuando me puse manos a la obra y empecé a escribir este blog. Corría el año 2004 y aquello de los blogs estaba de moda. Mucha gente había creado sus propios rincones en la red para decir cosas bastante interesantes. Yo lo intenté también, sobre todo por entretenerme.
Eran otros tiempos. La blogocosa estaba de moda. Los blogs parecían el centro cultural del universo, se multiplicaban exponencialmente. Todo el mundo quería tener un blog. Eran lugares de reunión y debate.
Pero el tiempo los colocó en su sitio. Como un fenómeno de Internet, minoritario (y por tanto elitista y pasajero), al que la aparición de formatos mucho más masivos, inmediatos y visuales ha llevado a la decadencia. Las nuevas redes sociales han llevado a la decadencia a los blogs. La chorradita, el enlace o, después de aparecer el Youtube, el video que te resolvían la papeleta de hacer la actualización del día, ahora directamente se twittean o se ponen en facebook. Los rankings de blogs o las comunidades de blogueros han caido en desuso. Los blogs tienen poco tráfico y menos comentarios. Ya no hay debate.
Hoy la mayor parte de los blogs son agendas públicas de artistas, o colecciones de reseñas. Todavía hay blogs temáticos muy interesantes en que siguen apareciendo brillantes entradas monográficas sobre cuestiones poco frecuentadas. Todavía sobreviven blogs cuyas entradas siguen vigentes con el paso del tiempo, como los de recetas de cocina, patrones de ganchillo o críticas de cine. Y todavía sobreviven blogs que, como éste, obedecen a pulsiones personales, y que, por tanto, aunque el público se haya ido, siguen cumpliendo su función para el autor. Pero de los extraordinarios blogs que empecé a seguir en aquella época pocos quedan ya. Muchos autores abandonaron en cuanto la vida les hizo no tener tanto tiempo libre para dedicarse a este hobby, por agotamiento de la idea inicial o por simple cansancio. Algunos simplemente cerraron uno para hacerse otro. Alguno se ha mudado ya tantas veces que casi he perdido la cuenta de dónde está. Y los blogs no sólo han sido abandonados, sino que muchos de ellos también han sido borrados. ¿Vergüenza de autor ante pecados de juventud? Quién sabe, porque se han borrado auténticas perlas.
Nueve años después, muchas cosas han cambiado. En el mundo, en Internet, y en la vida y la visión del mundo del autor de estas líneas. A veces resulta un poco frustrante ver que le pones cierto esfuerzo a escribir una entrada y luego no recibe el feedback esperado, pero luego también te llevas algunas pequeñas satisfacciones. Como cuando mencionan tu blog en el telediario por un artículo publicado en 2005, o cuando miras las estadísticas y descubres que una vez al mes tienes un sorprendente aluvión de visitantes para leer la vieja explicación de Mullholland Drive, escrita en 2005 de memoria antes de poder revisionar la película.
El caso es que aquí sigue este blog. Con un ritmo de actualización bastante errático, pero sigue. Y, si digo la verdad, no estoy muy seguro de que hace nueve años pensase que la aventura iba a durar tanto.
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3 comentarios:
No coincido contigo, no sé...
Creo que hay más visitas que nunca en internet, yo por lo menos tengo blogs que tengo más visitas de las que podría haber tenido en el pasado...
lo que sí que ha ocurrido es que el blog se ha especializado, se ha incorporado a ciertas estrategias de divulgación, sobre todo comerciales y el seo se ha especializado muchísimo.
los blogs personales? en sitios gratuitos? pues bien, aquí estoy de acuerdo con lo que escribes :-D
lo del chino fue muy bueno, aunque yo esa entrada te la leí en un cómic de burz.... ;-)
felicidades por tus 9 añicos, con otros 9 llegarás a tener pelos en el pecho :-DDD
Enhorabuena por el 9º aniversario, una meta muy difícil de alcanzar.
Saludos.
Jajajaja!!! Me cagué de risa cuando mencionaste las visitas al post de Mulholland Drive!!! Por eso caí en tu blog y de paso me puse a curiosear un poco...Todavía me estoy riendo XD
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