Cintas como Malas armas no se encuentran todos los días. Es el tipo de película que haría las delicias de los protagonistas del Mistery Science Theatre 3000, y sin duda, cuando hayan pasado unos años más y su estética haya quedado desfasada hasta el punto de ser tan hortera que mole, está destinada a ser un clásico del despropósito
Pongámonos en situación. Una película de acción. Con Christopher Lambert, del clan McCloud, el único hombre capaz de bucear en el espacio (como se vió en Fortaleza Infernal 2). Con Ice-T, el rapero que acabó convertido en una estrella de la serie Z de acción. Dirigida por Albert Pyun, el Piquer Simón yanqui, el Uwe Boll del Directo a Video, el MÍTICO director de Cyborg, Némesis, Noches de fuego, Adrenalina y (lo mejor para el final) ¡¡Capitán América!! y el GENIAL! díptico formado por Alien from L.A. y la versión adolescente de Viaje al centro de la Tierra (sí, estan conectadas). El caso es que la había visto unas cuantas veces en el videoclub pero nunca la había cogido. ¿Cómo es posible que se me escapara? Por suerte ahí estaba Dani WhiteCrow al quite para recomendármela. A los cinco minutos estaba ya convencido de que iba a convertirse en un clásico de esta sección.
Es difícil explicar qué es lo que falla en esta cinta. Básicamente, porque falla todo. El argumento es estúpido. Los personajes no hay quien se los crea, y cuando algunos de ellos desaparecen anticlimáticamente hacia el final de la película, no los echas de menos. Los actores, lamentables. El guionista se luce con unos diálogos modelo “imitador anormal de Tarantino” y unos monólogos pseudo trascendentales modelo “a ver si con el viejo truco del pasado atormentado no se nota mucho que este personaje es plano como una tabla de planchar”. Y encima el director se empeña en jugar con efectos extraños de montaje, ángulos extravagantes de cámara, escenas enteras con ruidos como de disparo a cada cambio de plano (que encima no son pocos), saltos de escena a escena aleatorios y unos cuantos saltos de eje sin sentido para despistar un poco más al espectador. Vamos, una joya.
La primera escena, antes de los créditos, ya marca el tono: monólogo trascendental de Ice T mientras se ven escenas de los protagonistas rodeados de cadáveres en situaciones que vamos a encontrar más adelante en la película, y luego se pone a jugar al ajedrez mientras explica pedantemente lo que mola Pérez Prado y el mambo (toda la película tiene banda sonora de mambo que el rapero pone por el hilo musical) y, finalmente, qué es la redención... todo muy en plan "soy guay, soy un asesino frío y cerebral, sin emociones"... pero cuando le dan jaque mate se pone histérico, saca la pistola y cose a tiros a su oponente. Es tan ridículo que no puedes evitar reirte.
Lo siguiente que vemos es cómo un grupo de asesinos llegan a la cárcel donde el Sindicato del Crimen al que sirven les ha convocado (sí, ¡una cárcel!, que el Sindicato ha construído para el Estado y que se va a inaugurar al día siguiente; surrealista pero es de lo que más sentido tiene en toda la película). Así conocemos a la fría rubia D, a Bobby que se trae a su amiguita (una puta tonta llamada Barbie) y a Hoss y Crow, dos amigos inseparables. Por supuesto, también a Marcus y su socio, que llevan a la contable. Y al llegar coinciden con McCloud, que ha venido a la reunión con un descapotable rojo y una niña pequeña a la que deja esperando en el coche. Claro. Llevar a una niña a una reunión de trabajo con otros despiadados psicópatas es lo que haría cualquier asesino que se precie...
En esta escena vemos cómo en el suelo del parking de la prisión hay un sobre que se le ha caído a alguien. Está tan mal realizado que no queda muy claro a quién ni cuándo, pero si el director se preocupa en sacar tres planos detalle del sobre en dos minutos será por algo.
Al entrar son cacheados por los guardias, que les dan unas tarjetas y les quitan todas sus armas. Es genial el momento en el que Barbie se deja tocar por el guardia, porque Bobby trata de encararse con él y el guardia le asusta… enseñándole los colmillos mientras gruñe como un perro. Eso es Genialidad y lo demás son hostias.
Pero finalmente dejan de ir cada uno por su lado y acaban formándose grupitos. Marcus evita que D se cargue a Cam por razones incomprensibles y deciden formar equipo los tres juntos. Luego se les une un chinadísimo McCloud en una delirante escena en la que McCloud toma como rehén a D y discute con Marcus: "Cuatro son demasiados", dice éste; "cuatro está bien", dice D; "cuatro está bien", dice McCloud; y repitiendo ese mantra se pegan varios minutos hasta que acuerdan ir los cuatro juntos, porque salir de allí va a ser tan difícil que seguro que alguno de ellos cae por el camino. Aquí descubrimos que McCloud está como una cabra y que está enemistado con Marcus.
El otro grupito que sigue la película es el que forman Hoss y Crow, a los que va muy bien tendiendo emboscadas, hasta que se encuentran a una aterrada Barbie, que a esas alturas ya ha sobrevivido a dos masacres, y se la quedan. A partir de ahí, los dos buenos amigos empiezan a pelearse por culpa de ella. Ya, claro. Es taaaan típico...
Como a partir de aquí la historia ya no es que no tenga sentido (ya antes no lo tenía) sino que deja de ser coherente, el guionista trata de resolver los cabos sueltos y los convierte en digresiones sin sentido:
CABO SUELTO Nº1: BOBBY. Este personaje que iba vagando por ahí sin toparse con nadie... pues a la primera que se topa con alguien lo matan.
CABO SUELTO Nº2: DEMASIADOS PROTAGONISTAS. Pues nada, hacemos que a D. se la cargue McCloud en plan Spiderman. Y que la escena dure unos segundos y lo haga por ningún motivo en especial, porque, total, la chica esta sólo ha sido una de las principales protagonistas, para qué darle importancia a su muerte.
CABO SUELTO Nº3: EL SOBRE. Marcus sale al patio y coge el sobre. Luego encuentra de nuevo a Cam para que le explique de dónde sacó las fotos comprometedoras que contiene. Al final deduce que las hizo Bobby. Pero como ya está muerto, pues ya da igual.
CABO SUELTO Nº4: LA NIÑA. Marcus se lleva de paseo a la niña de McCloud, sube con ella a coger el dinero, y luego la vuelve a dejar en el coche. Hasta Ice-T sale al patio a saludarla. Al final, harta de McCloud, le pide a Marcus: "Mata a ese gilipollas". Qué rica, que angelical...
CABO SUELTO Nº5: LA PASTA. Es curioso que parte del encanto de la prueba era encontrar los diez millones y nadie los busca, hasta el punto de que Ice-T llega un momento en que tiene que decir por los altavoces dónde están escondidos para ver si alguien los coge. Marcus va con la niña a cogerlo, hay tres maletas y una tarjetita que pone que en una hay una bomba. Marcus las sopesa y deja una, y se va con las otras. Y ahora viene lo bueno. Llegan Barbie, Hoss y Crow a por la maleta. Peleados por la chica, Hoss y Crow se lian a tiros y se matan (con una pequeña ayuda de Barbie). Y entonces...
Vale, la bomba explota, ya suponíamos que iba a ocurrir, aunque nos esperábamos una explosión más fuerte... ¿qué es eso? ¿Un puf y una nubecita? Por favor...
Pero, un momento... ¿aún hay más?
Y tras este "momento Coyote", ¡qué menos que Marcus viniendo con la niña a ver qué ha pasado al final con la bomba!
Total, que al final sólo quedan tres, Cam, Marcus y McCloud. Y a Ice-T se le ocurre que sólo puede quedar uno, como si a McCloud eso le fuera a sorprender a estas alturas. Y decide organizar un duelo a cuatro, en plan El bueno, el feo y el malo pero además con una tía. Ice-T reparte las armas y empieza el duelo. Marcus se adelanta y se carga a Cam, McCloud aprovecha para dispararle, pero el cabrón de Ice-T le había dado una pistola sin balas, y Marcus le pega un tiro. Descubrimos entonces que McCloud se quería vengar de Marcus porque éste había violado a su hija (¿lo qué?), claro que a lo largo de la película también han dado a entender que está obsesionado por las niñas porque se murió su hija, que está traumatizado porque mató a una niña por accidente en un trabajo, e incluso que secuestra niñas que se parecen a aquella para llevarlas con él y ejercer como padre, así que vete a saber qué es lo que ha pasado en realidad. Al final Ice-T y Marcus se baten en duelo, Marcus mata a Ice-T y luego hace un pacto con McCloud, que aún está vivo pero agonizante, para matarse entre ellos.
Y ponen la radio y suena Pérez Prado.
Increíbleble.
Y LO QUE HEMOS APRENDIDO HOY ES: Que Albert Pyun es un Dios del cine. En concreto, el del género de las comedias involuntarias. Qué mala es esta película, y lo que me he reído.
GENIÓMETRO: 0,5/5 ed woods
1 comentario:
Suscribo palabra por palabra tu crítica... fabuloso post!
Publicar un comentario