Bueno, esta semana pasará a los anales de mi vida por la acumulación de cine basura que pude disfrutar. Impresionante.
El viernes quedé con unos amigos para ir a ver la primera mitad del díptico Grindhouse: Planet Terror.
Por alguna extraña razón Robert Rodríguez no gusta a los críticos; sin embargo la mayoría de sus películas me provocan una catarsis de diversión. Eh, vosotros, los críticos muermos, los que no sois capaces de disfrutar de una película sin guión o los que preguntásteis cómo hacía la chica para pretar el gatillo de su metralleta ortopédica, ¡esta película no es para vosotros! Pero si sois de los que, como yo, os lo pasásteis en grande con Abierto hasta el amanecer y aporreásteis la butaca de la risa en El mexicano (estoy trabajando en un post para reivindicar esta menospreciada película), os lo aseguro, vais a disfrutar.
Guión, lo que se dice guión, no hay demasiado, pero eso es lo de menos. A estas alturas de su carrera la gente ya debería asumir que el guión sólo le sirve a Robert Rodríguez como excusa para rodar las escenas que quiere hacer y pasárselo en grande, y en esta película llega al paroxismo con el ya spoileadísimo gag de la sustracción de uno de los rollos de película. Todo es, como en los cartoons clásicos de la Warner, una pura sucesión de nonsense gags. ¿Hay alguna justificación para la pistola de jeringuillas que lleva la enfermera en la liga? ¿Alguna razón argumental para el "momento Señor de los Anillos"? ¿Es siquiera coherente la batalla final? ¡Demonios, no! ¡Pero es divertido!
Homenaje y carta de amor al cine, pero no escrita desde la platea al modo de un Godard, un Fellini o un Woody Allen, sino desde el gallinero, desde las destartaladas butacas del cine de barrio o las polvorientas estanterías del fondo de un videoclub, Rodríguez ha conseguido lo único que siempre ha pretendido: concentrar en una película toda la sustancia y diversión, todo lo que mola, todo lo que de críos nos contábamos unos a otros en el cole de la última película que habían puesto en el video comunitario. Mezclando los clásicos de zombis con John Carpenter, sazonando con ideas a cuál más gamberra, diálogos chulos, chicas guapas, frikismo (¡Naveen Andrews! ¡Michael Biehn! ¡Josh Brolin!) y cameos geniales (Tarantino y Bruce Willis), Rodríguez se permite incluso torpedear la corrección política del blockbuster medio (¡mueren niños y perros!) y actualizar la psicosis apocalíptica clásica (esa emotivamente zetosa explicación de Bruce Willis, momento memorable) para hacer una película mucho más disfrutable que los últimos productos supuestamente espectaculares de Hollywood. Ni Cuatro Fantásticos ni hostias.
En resumen: pura diversión. A mí me supo a poco.
FRIKÓMETRO: 4/5 averías
Ah, y además la peli viene con un trailer que merecería por sí sólo una reseña. "Machete". Brutal. Qué pena que con la división de Grindhouse en dos nos hayan escamoteado otros trailers que tampoco tenían desperdicio.
Pero el jueves, un día antes de ver esto, el mismo amigo (¡hey, Adrián!) con el que había quedado para el viernes me llamó y me dijo si quería ir a ver otra frikada aún peor: la Sesión Doble de Terror que Manga Films se ha sacado de la chistera para tratar de dar vidilla comercial a dos productos que parecían destinados a no tener demasiado futuro en taquilla. Sabiendo que el viernes es el día de los estrenos y que esta sesión doble de basura iba a volar de la cartelera, no dudé en apuntarme a la fiesta.
La sesión comenzaba con Desmembrados. No sabía nada sobre esta película, pero resultó ser una divertida comedia de terror. Un grupo de compañeros de trabajo, ejecutivos de una empresa de armamento, que van a una casa del bosque en la Europa del Este a hacer unas jornadas de convivencia y jugar al paintball, y acaban siendo cazados por alguien que acecha en los bosques. Vale, el argumento no tiene gran cosa de novedoso, pero tiene gags realmente memorables, con un estilo de humor típicamente británico. No es Zombies party, pero sí es una película que merece la pena ver. Una grata sorpresa. Os he puesto el trailer pero, eh, bueno, te chafa algún chiste; lo mejor es que no le deis al play y la veáis a ciegas, como yo, para sorprenderos.
FRIKÓMETRO: 3,5/5 averías
La segunda parte de la sesión la ocupaba la neozelandesa Ovejas Asesinas, cuyo trailer había sido un éxito en la red hace unos meses. Una serie de experimentos genéticos para obtener un nuevo tipo de oveja que produzca lana de calidad acaban, por culpa de un ecologista con excesivo entusiasmo, desembocando en una catástrofe que deberá intentar evitar un protagonista ovinofóbico. La película no sólo convierte a las pacíficas ovejas en criaturas asesinas, sino que además da una vuelta de tuerca al mito del hombre-lobo creando los hombres-oveja. Con un humor mucho más grueso y facilón que la anterior, y un desarrollo de personajes casi inexistente, baja el listón respecto a su compañera de sesión, pero aun así te puedes echar unas risas, aunque en varias (demasiadas) ocasiones te ríes más de la película que con la película. Digamos que todos esos fallos de película mala de que se sirve Planet Terror como recurso, ésta los comete de verdad. Pero, bueno, si te gustan las zetosidades puedes disfrutarla. Me he tragado directos a video muchísimo menos divertidos.
FRIKÓMETRO: 1,5/5 averías
(Bueno... sí, vale, ya sé que jueves y viernes no es realmente fin de semana, pero... ¿a que como título queda mejor?)
lunes, agosto 20, 2007
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