Y ya que estamos recordando películas, aquí traigo una muy especial. Probablemente podría competir sin problemas en la dudosa categoría de "Película más machista de la historia". Se trata de F de Flint, la segunda y última entrega de las aventuras de Flint, una especie de copia psicodélica de James Bond interpretada por James Coburn con elementos mucho más cercanos al cómic o a la serie B que a la aventura seria (como muestra un botón: el diccionario del lenguaje de los delfines que utiliza en esta película para entenderse con ellos). El argumento de esta secuela es francamente delirante: una organización de mujeres conspira para dominar el mundo y arrebatarle a los hombres el poder. Pero el argumento es tan machista que las mujeres terminan siendo peleles de un general del ejército (por supuesto, un hombre) que las utiliza para conquistar el mundo él, y finalmente deben encomendarse a Flint, el supermacho, a cuyos pies las amantes van cayendo literalmente durante toda la película, que ríase usted de James Bond (el británico era un pobre aficionado a su lado). La historia es tan increíble que sólo puede tomarse como una parodia, una broma a costa de las películas de espías y de las relaciones entre los sexos que se plantean en esas películas (a fin de cuentas el arma favorita de las conspiradoras es ¡la seducción!, y su base secreta está ¡en las Islas Vírgenes!). Sin embargo la broma no fue entendida, y las asociaciones feministas armaron tal revuelo contra esta obra que Flint nunca volvió a ser llevado a la pantalla. Una pena, porque, en el fondo, es una película bastante disfrutable. Siempre y cuando la veas con sentido del humor, claro.
MACHÍMETRO: 5/5 norrises
¡Impresionante! Flint hace estallar el machímetro por exceso de intensidad. Esto no pasa todos los días...
martes, enero 18, 2005
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