martes, mayo 16, 2006
Caótico malvado
Si el mes pasado cantaba las virtudes de esa casi obra maestra que es Plan oculto, esta semana no podía dejar de acudir al cine a ver Caos. Otra película de robos que parte de un planteamiento similar. Un banco, unos atracadores muy listos con un plan infalible, rehenes, negociadores y un par de policías (novato y veterano, éste bajo sospecha) intentando resolver el problema. La verdad es que las similitudes son tantas (las citadas mas alguna que me callo por evitar los spoilers) que podría pensarse que la película de Spike Lee ha cosechado ya su primera imitación, la primera de muchas, ya que a buen seguro va a marcar la referencia de las películas de robos de los próximos años, y si no, al tiempo.
Por desgracia la película de Tony Giglio tropieza en aquellos puntos en que se separa de la de Lee, hasta el punto de que Caos establece, por sus defectos, la verdadera medida de peliculón de Plan Oculto. Aquí sí hay tiros, peleas y persecuciones, escenas clásicas de acción que en la de Lee no se echaban de menos y en esta llegan a echarse de más. La ambientación, pese a usar más del doble de decorados que la de Lee, es pobre, casi reducida al tópico. Y el ritmo frenético con el que la acción va de un lado a otro no tapa los agujeros de un guión tramposo con muchas sorpresas diseñado en pos de un final impactante que, por demasiado alargado, tampoco termina de funcionar. Además, los personajes son bastante planos y previsibles, sin esa profundidad que tenía cada mínima línea de diálogo de la de Lee.
El reparto tampoco ayuda. Vale que el presupuesto es menor y no da para un elenco de secundarios de lujo tan brillante como el de la de Lee, pero los protagonistas tampoco responden. Wesley Snipes, héroe de acción venido a menos aun a pesar de la saga de Blade, se ha convertido en carne de Directos a Video; aquí su personaje está tan desdibujado que tiene bastante menos papel que algunos secundarios, y lo peor es que cuando lo vemos incluso agradecemos que no haya salido más. Ryan Philippe, pues poco más o menos lo mismo, a la espera de que aparezca en la última de Clint Eastwood su carrera parece estar en punto muerto y al verle en pantalla sabemos por qué; soso e inexpresivo, aunque acaba siendo (contra pronóstico) el protagonista de la pelícila, la verdad es que en ningún momento consigue que el público se identifique con él. Y Jason Statham... bueno, éste sí. ¡Joder, es el puto Turco! ¡El Transporter! ¡Jericho Butler! ¡El Monje! Un tío con carisma. Poco más que decir. Jason Statham mola, y punto.
Pero, vamos, no quiero resaltar tan sólo los defectos de la película, no me entendáis mal. Caos no es mala. Entretiene. Divierte. A ratos, intriga. A ratos, sorprende. Y dura poco más de hora y media, así que termina antes de empezar a aburrir, algo que últimamente demasiadas películas no consiguen.
En suma, una película no especialmente memorable, pero con la que te lo pasas bien durante hora y media. Que no es poco.
GENIÓMETRO: 2,5/5 grouchos
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