Horrible, horrible mes éste que acaba de concluir. Trabajar en un pueblo ya me resultaba duro, pero además este año ni siquiera estoy compartiendo el piso con nadie, así que ahora estoy viviendo solo en medio de ninguna parte, sin coche, a 120 km del centro de mi ciudad. Un lugar tranquilo donde poder escribir, pensaréis. Pues, en realidad, no. Puede parecer una chorrada, pero este mes he estado un par de semanas pasándome las tardes mirando al techo (que, por cierto, necesita un enyesado urgente). La situación se ha vuelto tan deprimente que he sido incapaz de escribir una línea. Nada de nada. Ni siquiera para el blog (ya os habréis dado cuenta de que los posts de este mes han sido una recopilación de enlaces y un viejo escrito de hace ocho años). El solo hecho de abrir el procesador de textos me hacía desear automáticamente hacer otra cosa (y en el trabajo la mitad del tiempo uso el procesador de textos, lo que no me lo pone fácil). También perdí las ganas incluso de leer; especialmente esos blogs interesantes que hay en la parte derecha de la pantalla: sólo ver la cantidad de sitios que podía visitar ya me quitaba las ganas de hacerlo. Y, por si fuera poco, ahí estaban la Fiestas del Pilar, un calvario para alguien con fobia a las multitudes. La verdad es que me he pasado un par de semanas deprimidísimo y sin ganas de nada. Pero poco a poco va saliendo el sol. Aquí os pongo cuatro cosas que me están permitiendo recuperarme.
1. FOOTBALL MANAGER 2008
Este año ha salido algo antes de lo que suele ser habitual cada año. ¡Aleluya, justo cuando más lo necesitaba! La serie Football Manager (continuación de la serie Championship Manager) es uno de esos juegos que nunca me decepcionan. A la gente le priva el maravilloso encanto ráfico del Pro Evolution Soccer; yo prefiero la labor de gestión y estrategia de una serie en la que los partidos parecen partidas de subbuteo que se juegan solas (y cuando me enganché a la serie ni eso; los partidos eran retransmisiones deportivas de texto), pero cuyo nivel de detalle de las interioridades de los clubs hacen caer en el ridículo a un clásico como el PCFútbol. No solo es el juego al que me pego las mayores viciadas de mi vida, ¡es que prácticamente es el único que me compro cada año! Qué mejor para superar el agobio del aislamiento que ganar un par de Copas de Europa con el Zaragoza... bueno, esto aún no lo he logrado, pero estoy en ello.
2. ELITEVISIÓN
Justamente en un momento en que empezaba a aborrecer incluso la mera lectura de los blogs habituales ha surgido uno que hace que realmente tenga ganas de visitarlo diariamente. No es un blog más sobre series de televisión, es EL BLOG sobre series de televisión. Partiendo de una premisa tan lógica y genial como inabarcable, en este blog han decidido analizar las series capítulo a capítulo (o más, detalle a detalle). Los análisis de las series que ya he visto no sólo suponen un feliz recordatorio sino también un descubrimiento de detalles en los que no había reparado en su momento; por otro lado los análisis de las series que no he visto suponen el descubrimiento de algo que valdría la pena ver, sin que realmente se destripe la emoción de un posible visionado posterior, e incluso al contrario. Una joya. Y un blog que vuelve a dar ganas de leer blogs en busca de más joyas. De momento, por culpa suya me estuve volviendo a ver "El Prisionero", algo que siempre ayuda a sobrellevar una depresión.
3. LA MELANCOLÍA DE HARUHI SUZUMIYA
Fue Henrique Lage, vía messenger, quien me descubrió esta serie. De no ser por su insistencia probablemente habría pasado de ella. Con algunas notables excepciones, los dibujos animados japoneses nunca han sido santo de mi devoción, y, en general, suelo disfrutar bastante más del manga que del anime. Sin embargo, en esta ocasión la serie merece la pena. Basada en una serie de novelas ligeras escritas por Nagaru Tanigawa e ilustradas por Noizi Ito, de notable éxito (pronto debería aparecer el décimo volumen), la serie cubre completamente el primer volumen y algunos acontecimientos de números posteriores. Pero lo impresionante es que la serie no sigue el orden cronológico de los acontecimientos tal y como suceden en las novelas: utilizando una aparente (pero muy estudiada) aleatoreidad, consiguen crear al mismo tiempo un efecto mayor de suspense y una inquietante sensación de que, en el mundo de Haruhi, todo es posible.
4. THE FLYING CLUB CUP
El mes del nuevo disco de Radiohead, el mes del nuevo disco de PJ Harvey... nada de eso: el mes del nuevo disco de Beirut (bueno, en realidad ya había aparecido en i-Tunes en septiembre). Si ya Gulag orkestar, su disco de debut, era una de esas pequeñas maravillas que apetecen escuchar una y otra vez, y el posterior EP Lon gisland contenía un par de canciones absolutamente extraordinarias, con su segundo LP Zach Condon ha vuelto a conseguirlo. A su ya personalísima mezcla de cantautor americano y fanfarria balcánica se añade ahora un toque de chanson francesa, una pequeña evolución que puede pasar desapercibida porque sigue siendo tan diferente que a lo único a lo que puede compararse de cerca es a él mismo. Un disco estupendo, ideal para animarte a levantarte de la cama y salir de una depresión. Yo escucho estas canciones y me imagino videos musicales llenos de bicicletas, globos, bailes y gente feliz. Un subidón.
sábado, noviembre 03, 2007
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