martes, febrero 21, 2006

Directo a Vídeo: Mujer blanca soltera busca 2 (otra secuela innecesaria)

Ninguna tiene el morbo de Jennifer Jason Leigh
¡Bienvenidos de nuevo a la sección que habla de las películas que nadie reconoce alquilar! Hoy volveremos a movernos por el ya clásico terreno de las secuelas innecesarias para hablar nada más y nada menos que de Mujer blanca soltera busca 2.
Para empezar, decir que es una secuela al estilo de las de Juegos salvajes: ningún nexo con la original, tan sólo el hecho de que la historia es una fotocopia de aquella.
En ésta, sin embargo, cambian un par de cosillas.
Por ejemplo, al principio se ve un flashback (sabemos que es un flashback porque cumple la Ley del Flashback del Directo a Video: para indicar un recuerdo la imagen se ve como borrosa y con tonos azules, la cámara hace planos inclinados y el color y el brillo se bajan aleatoriamente) de una niña que encuentra a su madre en la bañera después de haberse cortado las venas. Lógicamente, como sabes de qué va la película desde el principio (el subtítulo "The psycho" también ayuda) piensas que debe ser el trauma que marcó a la psicópata. Pero no. La niña es la protagonista. Y este trauma, aunque reaparecerá un par de veces, poco tiene que ver con lo que ocurre en la película.
Cuando empieza la película de verdad lo que vemos es bastante prometedor: dos mujeres poniéndose sus sujetadores. Pero no os relamáis demasiado, no hay mucha más carne. La protagonista comparte piso con su mejor amiga, que está muy buena y es (como reconoce a su amiga) un zorrón dispuesta a triunfar en los negocios a base de tirarse al que se le ponga por delante. Y ambas compiten por un puesto en su empresa. Y el novio es un cliente importante. Así que la amiga aleja a la protagonista de la ciudad y se lo lleva a la cama.
¡Viva la amistad!
Luego no me extraña que la protagonista decida buscarse otro piso. Y acaba alojándose con la psicópata, una chica tímida y solitaria que aparece en principio ataviada con un pelucón negro, despeinado y ridículo (que dice LUNÁTICA a gritos)para luego poder hacer la típica escena de "me he cambiado el color de pelo por el tuyo, ¿te gusta?", con susto estúpido incluído (¡sí, la protagonista confunde las manchas de tinte rojo con sangre, una vuelta de tuerca más al típico susto fácil del gato que sale de la oscuridad!). La psicópata, que por cierto lleva una doble vida y es adicta al sexo sado-maso (más bien maso), es enfermera, todo buen corazón y activa partidaria de la eutanasia. Muy activa. Incluso quizá demasiado entusiasta. Supongo que en el hospital no les preocupa demasiado controlar estas cosas porque necesitan camas libres.
La psicópata siente que "conecta" con su nueva compañera y trata de animarla y ayudarla y ser su amiga. Pero cuando la protagonista consigue finalmente el ascenso y se reconcilia con el novio y con su amiga (¡¡¡pero cómo le puedes perdonar a esa zorra lo que te ha hecho, tía!!!), se siente desplazada y decide evitar que su nueva amiga cometa el error de perdonar.
La verdad es que llegados a este punto el espectador está totalmente a favor de la psicópata, porque los personajes no pueden ser más odiosos. Todos ellos.
La amiga zorrona y la protagonista, haciéndole la pelota a su jefe
Así que primero invita a cenar a la amiga zorrona, la apuñala y esconde el cuerpo en el desván. Y luego droga al novio y finge que la ha intentado violar. ¡¡¡ESTA ESCENA ES INENARRABLE!!! Con el novio semiinconsciente, la psicópata se quita las bragas, se le sienta encima, le pone las bragas en la cara y ¡¡¡empieza a darse de bofetadas con las manos del novio groggy!!! Por lo menos me reí lo mío con esto.
Al final la protagonista, que no se traga lo de la violación (quizá porque de los dos es al novio al que tienen que llevarse al hospital), se enfrenta a la psicópata, que (aunque no venga a cuento de nada) resulta ser la superviviente de un pacto suicida hace años que no tuvo valor para acabar con su vida pero que le gusta ver la calma en los ojos de la gente que muere (o algo así). La protagonista, claro, acaba matándola. De hecho, casi es la psicópata la que se lo pide.
En una aburridísima secuencia que no se acaba nunca.
En serio.
¿Cuánto se pega la protagonista amenazando a la psicópata? ¿Varios minutos? ¡Eh, son minutos en los que no pasa nada! Eso tiene un nombre: anticlímax.
¿Y ya está?
Pues no, queda el epílogo, donde la protagonista y el novio acuden a alquilar el piso de la psicópata (¡¡que ya son ganas!!) y en un último plano inquietante se nos insinúa que la protagonista se ha contagiado de la locura de la psicópata.
Esperemos que eso no signifique una tercera parte...
Y LO QUE HEMOS APRENDIDO HOY ES...: Que en el mundo de los negocios todo vale; que las amigas, aunque te den mil puñaladas por la espalda y se acuesten con tu novio, siguen siendo amigas; y que las mujeres americanas están todas locas...
GENIÓMETRO: 1/5 ed woods

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