jueves, febrero 23, 2006

En anteriores episodios de 24...

Hace 25 años...

Yo, la verdad, como era un crío, pues creo que estaba en la cama, durmiendo. No me enteré de nada. Eso sí, después de aquello me reía mucho cada vez que sacaban en la tele a aquel señor tan serio del bigote gritando "¡¡¡QUE SE SIENTEN, COÑO!!!". Es que era tan gracioso ver a un tipo serio, en un lugar habitualmente tan serio, y en una situación tan seria, soltando un taco... ¿Cómo no iba a reírme? ¡Visto hoy, todavía es ridículo!
Claro que si hubiera triunfado nadie sabría que había dicho un taco...
Visto hoy casi parece que la cosa "se veía venir". Que fue cosa de cuatro chalados. Que no tenían la más mínima opción de triunfar porque el pueblo no estaba con ellos.
Y una mierda.
Si no fuera porque el golpe lo dieron de forma precipitada y chapucera, se vuelve a armar.
La mayor parte del pueblo, aborregado por cuarenta años de uniformes intimidatorios, se escondió en sus casas a planear la huída, "por si acaso". Las calles estaban vacías. La gente, acojonada. Y eso en la ciudad. En el medio rural fue peor. En los pueblos los rencores duran mucho más porque no se disuelven entre la masa. Hoy me ha contado mi jefe cómo aquí en Calanda rápidamente apareció un grupo de voluntarios (muchos de ellos habían vivido la Guerra Civil) armados con sus pistolas y escopetas para ponerse al servicio de la Guardia Civil para "mantener el orden" y lo que hiciera falta. Ya tenían hechas las listas de gente a la que "depurar". Muchos huyeron a Zaragoza o a Barcelona, otros se fueron a pasar la noche al monte. Sólo "por si acaso".
Porque había base para suponer que parte del pueblo se habría sumado a los golpistas si hubieran controlado Madrid o incluso si hubieran aguantado un día más.
Porque realmente podía haber funcionado.

Pero por suerte, al final, ganaron los buenos. Como en las películas.
Anda que... de la que nos libramos...

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