martes, febrero 07, 2006

Directo a Video: Bubba Ho-Tep (Elvis Presley y el JFK negro contra la Momia)

Cuidado, Momia, porque aún soy EL REY...
Pongamos que Elvis Presley sigue vivo, aunque ya viejo y con una lesión en la cadera, en un geriátrico de mala muerte en algún lugar de Texas.
Pongamos que nadie le cree excepto un viejo negro que está convencido de que es John F. Kennedy.
Pongamos que un día descubre que los ancianos que están allí alojados están siendo asesinados por una momia egipcia que se alimenta de almas sorbiéndolas por el ano.
Pongamos que Bruce Campbell es Elvis.
¿Qué habríais hecho vosotros?
Yo, alquilar la peli, desde luego.
La verdad es que el planteamiento de este Bubba Ho-Tep es tan delirante que poco más cabe en la película. Por suerte, tampoco hace falta mucho más para disfrutarla. Es una gamberrada autoconsciente de su zetosidad y sin más pretensiones que la de hacer que el público se lo pase bien un rato.
Dos hombres y un destino
La película tiene un tempo lento, crepuscular, el mismo ritmo al que se mueven los ya decrépitos personajes. El siempre cool Bruce Campbell borda un Elvis hecho polvo que no sólo no canta sino que tiene problemas para moverse (verle buscar sus gafas para mirar lo que ocurre o avanzar por el pasillo con su andador te saca la sonrisa sin necesidad siquiera de un gag). Él es el centro de una película que cuenta en primera persona con constantes digresiones autocompasivas, dudas sobre si su mujer y su hija querrían verle si supieran que aún está vivo y reflexiones sobre si el bulto que le ha salido en la polla es o no un cáncer. De hecho, ni siquiera llegamos a saber si realmente es Elvis o sólo es un imitador convencido de serlo. El hecho de que el geriátrico esté lleno de individuos que han perdido su contacto con la realidad (hasta el punto de que a veces casi parece más un manicomio) contribuye a aumentar las dudas.
Pero hay muchos más puntos que contribuyen al aire de decadencia de la película. El edificio del geriátrico es viejo y oscuro; su compañero de aventuras, Ossie Davis (convencido de ser el presidente JFK y que después del atentado de Dallas le sustituyeron la mitad perdida de su cerebro por arena), incluso recurre a una silla de ruedas para los desplazamientos largos; y el enemigo de estos dos senectos héroes no es mucho mejor, una momia menor ni por asomo tan poderosa como la de las películas de Brendan Fraser, que si va matando a los ancianos es sólo porque éstos son presas fáciles que no ofrecen resistencia.
Y eso sin olvidar algunos momentos de acción enloquecida y senil dignos de mención, realizados con un muy peculiar sentido del humor.
En fin, no quiero destriparos demasiado de la película, porque ésta puede que queráis verla. Yo al menos sí la disfruté.
GENIÓMETRO: 3,5/5 ed woods

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