Hay veces que se ve la película que necesitas en el momento que necesitas. Ayer fue una de esas veces.
Hustle & flow. ¿Un chulo que quiere ser rapero? No, eso sería simplificar demasiado. Mejor digamos un perdedor que decide volver a perseguir su sueño. Una historia sobre la crisis de la mediana edad que te hace desear haberla escrito, haberla dirigido, haberla interpretado o incluso haberle llevado los cafés al iluminador. Una maravilla hecha en Memphis con un presupuesto irrisorio que me devuelve la fe en el últimamente anquilosadillo cine independiente americano.
Aunque por la cartelera española pasó casi de puntillas, equivocadamente vendida como si de una nueva 8 Millas se tratase, ganó un Oscar (Mejor Canción Original) y su protagonista, ese eterno secundario de lujo que es Terrence Howard, fue nominado como Mejor Actor. Totalmente merecido, aunque cualquiera del reparto está extraordinario.
Vamos, que me encantó. Y eso que no me gusta el rap.
(Pero mejor vedla en versión original; doblada pierde mucha fuerza.)
GENIÓMETRO: 4,5/5 grouchos
Por cierto, que su autor, Craig Bewer, ya ha terminado el rodaje de la prometedora Black Snake Moan, con Samuel L. Jackson y Christina Ricci...
martes, septiembre 26, 2006
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