sábado, enero 03, 2009

Lo mejor del 2008: personajes del 2008

Y para cerrar el resumen del año, he aquí la lista anual de los personajes más destacados de estos doce meses. Podrían haber sido más y podrían haber sido mejores, pero estos cinco seguro que han marcado el año.


5. SARAH PALIN
Más que probable "one-hit-wonder" político, la candidata a la vicepresidencia por el Partido Republicano -probablemente el más grave error de campaña en décadas- no hizo más que provocar sonrojo tras sonrojo entre sus compatriotas más leídos y entre los alucinados observadores del mundo que, desde la distancia, reían sus desvaríos mientras pensaban, con parte de sorna pero también parte de pánico, "pero, ¿esta tía realmente puede llegar a ser vicepresidenta?". Devota católica empeñada en devolver el creacionismo a las escuelas, antiabortista cuya hija adolescente aparece embarazada un par de días después de su nominación como candidata, ultraconservadora cuya consuegra es detenida por drogas, luchadora contra la corrupción condenada por abuso de poder (trató de hacer despedir a su ex-cuñado del cuerpo de policía donde trabajaba justo después del divorcio), iluminada dispuesta a ir a la guerra contra Oriente Medio y a mantener a raya a los rusos, a los que decía conocer muy bien por ser ella de Alaska, socia de la Asociación Nacional del Rifle, madre con un hijo soldado a punto de ser enviado a Irak, otro con Síndrome de Down, y otro recién nacido... Una vez superado el estupor inicial, se convirtió en el principal blanco de las bromas de los cómicos y provocadores del país, especialmente de Tina Fey, que bordó su imitación para el SNL, y de Larry Flynt, que produjo una película porno basada en el personaje, con Lisa Ann dando vida a la candidata. No es probable que vuelva al primer plano de la actualidad internacional, pero en dos meses como candidata dio más juego que la mayor parte de políticos han dado en su vida. Desde ya, un mito pop. Pero, por favor, que se mantenga lejos de la Casa Blanca, gracias.


4. RODOLFO CHIKILICUATRE
Lo que empezó como un gag en un conocido programa de humor y un simpático acto de sabotaje no violento buscando reírse de la solemnidad de los mecanismos puestos en marcha por TVE para la elección de su representante en el Festival de Eurovisión acabó convertido en fenómeno social. Inesperadamente convertido por votación popular en el representante nacional en el Festival, el actor David Fernández acabó engullido por el personaje y sumergido en una vorágine de galas y compromisos publicitarios que le llevaron a matar al personaje apenas superado el trago de la participación en el Festival (con un tema retocado para alargar la duración y para hacer la letra políticamente más correcta). A pesar de todo, qué duda cabe de que ha sido uno de los personajes que han marcado el año. ¡Uno! ¡El brikindans...!


3. LUIS ARAGONÉS
Lo suyo fue de película. Y creo que en su día ya dije todo lo que había que decir.


2. BARACK OBAMA
Con pocas ideas, pero claras, Barack Obama ha conseguido la victoria en las elecciones americanas y se convertirá en el primer presidente negro de los EE.UU. No lo tuvo fácil. Nadie apostaba por él cuando decidió presentarse como candidato en las primarias del Partido Demócrata, que parecían destinadas a Hillary Clinton; ni siquiera hace doce meses era más que un candidato a la sombra de la ex-primera dama, aunque ya comenzaba a crecer su popularidad. Pero supo ganarse un gran apoyo popular y, con unos publicistas en estado de gracia, realizó la mejor campaña de marketing viral que nadie podría desear. Supo leer el hastío del pueblo americano y se postuló como el candidato del cambio, incluso como icono del cambio, algo que no estaba al alcance ni de Hillary (por ser esposa de un ex-presidente) ni de McCain (por ser del mismo partido que el presidente), al menos no de forma creíble. Ahora no sólo va a convertirse en el inquilino de la Casa Blanca durante los próximos cuatro años, sino en el depositario de la esperanza (y no sólo de los suyos, sino del mundo) de que realmente se produzca un cambio tras los ocho años de despropósitos de Bush Jr. Luego es probable que estas esperanzas queden en agua de borrajas, como suele pasar en política, pero de momento ahí están.


1. RAFA NADAL
Nadie habría imaginado que, en el año de oro del deporte español, con la selección de fútbol rompiendo su maldición y alcanzando al fín un título, con la de baloncesto tuteando al mejor equipo del mundo en una de las mejores finales olímpicas que se recuerdan y con el ciclismo español copando un póker imposible (Tour, Vuelta, Giro y oro olímpico), esas gestas iban a quedar a la sombra de los éxitos de un sólo deportista. Pero el tenista mallorquín arrasó con todo, demostrando que éste era su año. Como ya es costumbre, arrasó en los torneos de tierra batida, ganando su cuarto Roland Garros consecutivo (torneo en que sigue invicto como profesional) y demostrando que, en dicha superficie, le tiene comida la moral a Federer. Pero que después comenzara a demostrar sus progresos en pista rápida ganando torneos en dicha superficie era una sorpresa. Y llegó Wimbledon, donde ya el año anterior había estado cerca de sorprender al gran Federer. La final de Wimbledon 2008 pasará a la historia como una de las mejores jamás disputadas, y no son pocos los que ya la han calificado como la mejor de la historia, con dos tenistas dando lo mejor de sí mismos en un partido que, además de emocionante, era bonito de ver. Pero Nadal estaba en su año de gracia y se llevó la ensaladera, ante un Federer que, hay que decirlo, es un señor (ya lo es cuando gana y lo fue más al perder), aceptando la derrota con una sonrisa y, probablemente, con la satisfacción de haberlo dado todo en un partido memorable en el que probablemente hizo mejor tenis que en varias de las finales que sí ganó.
Pero el año no había acabado aún. Nadal se llevó también el oro olímpico y se le otorgó el Premio Príncipe de Asturias del Deporte. Por si esto no fuera bastante, también guió a España a la final de la Copa Davis... Y hasta ahí llegó su físico, víctima de una larga temporada, que le impidió disputar la final. Lo que, curiosamente, resultó en una victoria española, al reventar la estrategia "anti-Nadal" del combinado argentino, que cometió el error de escoger una superficie buscando más el daño del rival que el beneficio propio. No extraña que Nadal, aunque no fuera parte del cuarteto que se llevó la copa, fuera inevitablemente parte de las celebraciones. En su año mágico, incluso ganó en ausencia.


Y con esto, cerramos el balance del 2008 y comenzamos a mirar al futuro, que, por alguna razón, a mí se me presenta luminoso. Optimista que es uno. ¡Un saludo, y feliz año!

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