miércoles, enero 11, 2006

Directo a Video: Un segundo para morir (Erika Eleniak y su momento Guybrush Threepwood)

Erika Eleniak en plan melancólico... debe estar pensando en su carrera...
¡Vuelve la sección que todos los cinéfagos estaban esperando! Y, para no perder la costumbre, hoy analizaré otro thriller infame con estrella venida a menos al frente del reparto: Un segundo para morir. Protagonizado nada menos que por ¡¡¡Erika Eleniak!!! ¡Y creíais que esta sección no podía caer más bajo!
Bien, qué puedo decir. La buena noticia es que es una peli corta. Muy corta. Tan, tan corta, que tuvieron que añadir aprisa y corriendo algunas escenas sin la más mínima conexión con el resto de la historia para que se acercara a la hora y media escasa que finalmente dura. Esa es la única explicación que le encuentro a toda esa serie de escenas en que la hermana de la protagonista lee su diario, porque, por lo demás, ni aporta nada a la trama, ni guarda relación con el resto de la película. De cualquier manera, esta parte añadida nos proporciona algunos de los momentos más memorables de la película, ya veréis...
Para empezar, aparecen los títulos de crédito con el cadáver de Erika flotando en una piscina, y alguien con una pistola mirando desde el borde. Billy Wilder habría hecho que la muerta narrara su historia, pero esto es, no lo olvidemos, un Directo a Video. Y además, si lo hubieran hecho así no habrían podido añadir la historia de la hermana. Así que recurren al viejo truco del diario íntimo.
De modo que la hermana de la protagonista, que vive poco menos que esclavizada por su madre alcohólica y suspira por largarse de casa como hizo su hermana mayor, recibe el diario de ésta y empieza a leer. El diario nos cuenta la historia de Erika, que se casó con un millonario para descubrir posteriormente con horror que no sólo no era millonario (sus empresas estaban prácticamente en quiebra) sino que tenía una hija subnormal que necesitaba atención constante, y que suele cuidar una vecina gorda. Harta de todo, se lía con el abogado de su marido y, con la ayuda de un libro que le saca la vecina de la biblioteca, le pone una bomba en la avioneta a éste para cobrar el seguro, que está a nombre de la hija pero que conrolaría ella como tutora. La muerte es sospechosa, pero como esto no es CSI, no hay pruebas de que Erika tuviera nada que ver con la explosión, de modo que el poli (que, ya es casualidad, es el padre de la difunta mejor amiga del instituto de Erika) la deja libre, no sin antes ejercer con ella de figura paterna y recomendarle que se aleje de los problemas.
Aquí viene la imprescindible escena tórrida de magreo sexual. Pero Erika Eleniak tiene ya un cierto nombre y ya no se rebaja a enseñar esos dones que la hicieron famosa. Casi que mejor, porque los años no han pasado en balde y ya tiene una papadita de exceso de madalenas que tira de espaldas. Mi teoría es que probablemente la película sea tan corta porque tuvieron que cortar del guión las escenas de sexo que tenía que haber interpretado. Pero a los autores de la película les da igual. Vuelven a la hermana y es ésta la que, sin venir a cuento, recibe la visita de su novio, abandona el diario y se ponen a festejar un rato, no mucho, antes de que él se vaya y ella pueda volver a la lectura.
Estructuralmente genial, ¿no?
¡Eso es, nena, pon cara de dura! ¡Demuestra lo que aprendiste con Steven Seagal!
De repente, la pobre Erika descubre que el seguro es enorme, sí, pero que sólo sirve en caso de que mueran los dos cónyuges. Como también descubre que el abogado, que sería el tutor de la subnormal en caso de que muriera ella, está liado con la vecina gorda, empieza a sospechar que la han estado engañando y que ahora la quieren asesinar. Entonces la vecina gorda acude a la policía y empieza a sembrar sospechas de que Erika ha asesinado a su marido. Erika llega a casa y parece que el abogado trata de matarla, ella coge un arma y le dispara, y entonces llega el policía y, como parece que es ella la asesina, pues le pega un tiro, ella cae a la piscina, y ya hemos llegado a la escena inicial.
Y entonces la hermana, desesperada, grita "¡Noooo!", tira el diario y se echa a llorar por la muerte de su hermana.
¿Os habéis dado cuenta de que algo falla, verdad?
Vale, hagamos una pausa aquí para explicar este "momento Guybrush Threepwood".
...
En aquel maravilloso juego que era el Monkey Island 2, la aventura comenzaba con Guybrush Threepwood colgando de una cuerda en un gran agujero con un gran cofre sujeto en la otra mano. Entonces aparecía su amada Elaine y le preguntaba cómo había llegado hasta allí. El flashback suponía la mayor parte del juego.
Cuatro fases después, olvidada desde hace mucho esta introducción, Guybrush está colgado sobre una cuba de ácido mientras una vela va quemando lentamente la cuerda que le sujeta. Si dejabas pasar el tiempo sin encontrar la manera de liberarte, la cuerda se quemaba y Guybrush caía a la cuba para morir entre grandes aullidos de dolor...
Y entonces Elaine interrumpía la narración: "¡Venga ya! Estás aquí, por tanto eso no pudo pasar". Y Guybrush reconocía que no había ido exactamente así: "Era para darle un poco de tensión dramática...", decía antes de volver a la escena de la cuerda y la cuba de ácido.
...
Bueno, pues después de un momento, la hermana levanta la cabeza y se dice: "Eh, un momento, si murió... ¿cómo es que lo ha escrito en el diario?". Y retoma la lectura para averiguarlo:
Os puedo asegurar que en este punto me eché mis buenas carcajadas.
Bueno, pues al final el abogado cobra el seguro y resulta que eran todos un grupo de timadores: el marido (que había fingido su muerte), el abogado, la vecina gorda y hasta la hija subnormal (que luego, ni era hija ni era subnormal). Pero la Erika, más lista, se había dado cuenta y se había conchabado con el poli para fingir su muerte. Aparece, les roba el dinero y huye, dejándolos con un palmo de narices.
Y la hermana descubre que el diario se lo ha enviado la Erika para que sepa donde está y se vaya de casa y se reúna con ella en el trópico. Y lo último que vemos es que la hermana se va de casa...
Y LO QUE HEMOS APRENDIDO HOY ES...: Que es muy fácil aprender a fabricar bombas con sólo leer un libro. Que para ser un criminal de éxito viene muy bien tener amigos en la policía. Y que si la película te queda corta, siempre puedes añadir a última hora escenas que no vengan a cuento.
GENIÓMETRO: 1/5 ed woods

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