Un disco que encontré por un cajón

El otro día rebuscando por los cajones de mi habitación encontré un viejo CD que ya ni recordaba tener grabado. Como hacía tanto tiempo que no lo escuchaba, lo metí en el discman y me lo puse el domingo durante mi regreso en autobús a Calanda, localidad donde trabajo de lunes a viernes, y ya no me lo he podido quitar de la cabeza.
Los Talking Heads siempre me habían parecido un grupo un tanto extraño, pero que por alguna extraña razón conseguían engancharme. Tampoco es que hubiera escuchado tanto de ellos, pero quizá sí lo esencial: su trilogía con Brian Eno como productor, los impresionantes "More songs about buildings and food" (1978), "Fear of music" (1979) y "Remain in light" (1980). Quizá por ello una recopilación de éxitos como Once in a lifetime (1991) me desconcertara un poco y se pasase tanto tiempo en un cajón: sólo dos canciones (y una versión en directo de una tercera) son extraídas de sus tres obras mayores, y la mayor parte de los temas no llegaban a la altura de cualquier canción incluída en ellas.
Sin embargo, el tiempo le ha sentado bien a David Byrne y compañía. Escuchados hoy, sus temas suenan frescos y originales, como si no tuvieran ya veinte años, con su mezcla de vanguardia pop y músicas del mundo. Cierto es que temazos como Burning down the house, And she was, Road to nowhere, etc., suenan a repetición de formulas si los escuchas justo después de sus tres mejores álbums, pero si los desubicas lo que queda es una colección de canciones estupendas y sin desperdicio, con melodías pegadizas y un algo especial que te hace querer escucharlas una y otra vez. Y, bueno, no es su mejor canción, pero no consigo quitarme de la cabeza Lifetime piling up, el único tema nuevo del álbum, que fue editado como single para promocionar la recopilación y se convertiría en el último editado por el grupo.
En fin, una buena colección de canciones (no las mejores, pero quizá sí las más asequibles) de uno de los mejores pero más olvidados grupos de los 80.
MUSICÓMETRO: 3,5/5 ringos

Lo malo es que cuando se me pega una melodía, no consigo sacármela en días. Antes de los Talking Heads estuve cuatro días canturreando la del anuncio ese de cerveza: "Amigo mío, sólo tú encuentras leña, si hace falta por nosotros te despeñas...". ¡Lo juro!