martes, agosto 02, 2016

Algo pasa con Archie (parte I)

Llevo mucho tiempo sin actualizar, así que voy a explayarme un poco con una de esas entradas que tengo que dividir en varias partes porque si no serían tan largas que nadie se las leería. Y voy a hacerlo hablando de una serie de comics que acaba de cumplir los 75 años de vida y que está viviendo momentos muy interesantes ahora mismo. Voy a hablar de Archie.

Aunque en España es un personaje poco conocido, Archie es toda una institución en el cómic estadounidense. Sus tebeos, repletos de humor blanco y una visión positiva de la vida cotidiana en una pequeña ciudad americana, han sido clásicos para varias generaciones de lectores.
Los personajes de Archie son puro estereotipo, pero en su defensa hay que decir que es esta serie la que prácticamente crea sus patrones, que posteriormente han sido utilizados prácticamente en todas las comedias ambientadas en un instituto americano que se han hecho desde entonces.
El reparto lo encabeza Archie Andrews, un chico normal con buenas intenciones y tendencia a causar desastres. Junto a él, formando un triángulo amoroso, estarían la rubia Betty Cooper, su vecina y amiga desde siempre, la chica inteligente, capaz, buena y adorable a la que todo el mundo quiere; y la morena Veronica Lodge, chica rica y caprichosa pero también indómita y firme. Son dos personajes aparentemente opuestos pero pese a su rivalidad por Archie y a sus constantes enfrentamientos, en general son excelentes amigas, hasta el punto de compartir cabecera en una de las series derivadas del éxito de Archie.

También protagonista de su propia cabecera es Jughead Jones, el mejor amigo de Archie: perezoso, cínico y, pese a su delgadez, un glotón con un amor extremo por la comida basura (lo que lo hace similar a Wimpy, personaje de Popeye que por aquí conocemos como Pilón); también es extremadamente inteligente en las pocas ocasiones en que siente la necesidad de demostrarlo, muy fiel a sus amigos, no tiene el más mínimo interés en las relaciones amorosas, adora a su perro Hot Dog y lleva siempre en la cabeza un ridículo gorro que en su día fue creado a imitación de unos sombreros de moda entre la juventud de los años 30, con el ala recortada y doblada hacia arriba, pero que con el tiempo los lectores han acabado identificando con una corona, lo que no tiene demasiado sentido en realidad, pero a estas alturas está ya tan unida al personaje que se ha convertido en su sello de identidad.
El quinto personaje en importancia de la serie es Reggie Mantle, que también tendría su propia cabecera, aunque sin el éxito de las de los otros; Reggie fue creado para convertirse en el rival de Archie, el egoísta engreído que acentúa más las virtudes del protagonista, siempre compitiendo con Archie por las chicas y fardando de su coche, aunque a veces también demuestra tener buen fondo y une fuerzas con los protagonistas cuando es necesario.

A éstos se sumarían muchos otros personajes secundarios a lo largo de los años. Algunos de los más importantes: Moose Mason, el fortachón disléxico de pocas luces y temperamento explosivo, aunque de buen corazón, siempre muy celoso de su novia, Midge Klump, pequeña pero también con mucho carácter; Dilton Dooley, el genio del instituto, siempre inventando aparatos extraordinarios; Ethel Muggs, la chica poco atractiva con un amor no correspondido por Jughead; el señor Weatherbee, director del instituto, a veces severo, pero siempre justo; la señorita Grundy, profesora de inglés de los chicos; Pop Tate, el dueño del Chok'lit Shoppe, la cafetería-heladería-hamburguesería en la que suelen reunirse los personajes; y, por supuesto, un montón de habitantes más de la pequeña ciudad americana de Riverdale en que se ambienta la acción, sin olvidarnos de los padres de los personajes, a fin de cuentas adolescentes, de entre los cuales el mayor protagonismo se lo llevaría Hiram Lodge, padre de Veronica, duro hombre de negocios millonario afincado en la ciudad, que detesta a Archie (en parte por su relación con su hija pero sobre todo por su tendencia a provocar catástrofes a su alrededor), y cuya casa es también frecuente punto de reunión de la panda.
Archie fue creado en 1941 cuando un editor llamado John L. Goldwater, inspirado por una serie de películas de Mickey Rooney, encargó a un joven dibujante llamado Bob Montana la creación de un personaje adolescente, todavía en edad de ir al instituto, cuya primera historieta vería la luz con guión de Vic Bloom en la revista Pep Comics, en la que hasta entonces el personaje estrella era un antecesor del Capitán América llamado The Shield.
El éxito del personaje fue inmediato. Un año después ya se lanzaría el primer número de su propia cabecera, y su popularidad siguió creciendo a tal ritmo que en 1946 la editorial cambiaría su nombre de MLJ Magazines (las iniciales correspondían a los fundadores de la empresa: Maurice Coyne, Louis Silberkleit y el propio Goldwater, que se repartieron las labores de gerente, director y editor en jefe respectivamente) a Archie Comics. El universo de Archie tendría una rápida expansión con nuevas publicaciones (algunas centradas en el propio Archie, otras en personajes de su entorno) y unas exitosas tiras de prensa, que iniciaron su andadura en 1947 y de las que se encargaría el propio Montana hasta su fallecimiento en 1975.

Archie no hizo sino aumentar su popularidad durante las décadas siguientes, sobre todo gracias a un estupendo equipo de autores que le daban al producto una calidad muy superior a la de las imitaciones que otras editoriales trataban de producir, aunque la política de la editorial fue imponer a todos los dibujantes un estilo uniforme basado en los diseños de Bob Montana y no siempre quedaban acreditados los autores de cada historieta. Muchos grandes autores pasaron por la editorial, pero destacarían Frank Doyle (guionista habitual en casi todos los títulos de la editorial desde los 50 hasta los 70, a partir de los 80 se hizo menos prolífico pero siguió escribiendo para Archie hasta su muerte en 1996; Kurt Busiek lo consideraba uno de los mejores escritores que nunca ha tenido el mundo del cómic), Harry Lucey (autor principal durante los años 50 y 60 de la serie regular de Archie, reconocido por los hermanos Hernández, creadores del mítico Love & Rockets, como uno de sus dibujantes favoritos y una de sus principales influencias; su salud empezaría a deteriorarse a finales de los 60 y finalmante abandonaría la serie en 1976 tras ser diagnosticado de ELA) y Samm Schwarz (autor principal de la serie de Jughead y creador de Ethel Muggs en 1961), aunque quizá el más reconocido de todos sea Dan DeCarlo.

DeCarlo se hizo un nombre dibujando pin-ups, y después trabajó durante años para varias editoriales, especialmente para la que años más tarde se convertiría en Marvel, donde entre otros trabajos estuvo diez años dibujando Millie la modelo, que convirtió en un éxito. Siempre buscando trabajo, realizó su primera historieta de Archie en 1951; al parecer a los editores les gustó mucho, pero al comprobar que no regresaba para realizar más historias, le llamaron a preguntar por qué. DeCarlo les dijo que tenía mucho trabajo y que le costaba demasiado tiempo dibujar imitando el estilo de Montana como imponía la editorial. El editor Harry Shorten le dijo que volviera y que dibujase como quería. Fue un acierto. Hoy se acredita a DeCarlo con la modernización de los personajes a lo largo de los años 50 y 60, actualizándolos: él fue el primero en quitarle a Archie su pajarita y su jersey con la R de Riverdale, y también fue el primero en actualizar la apariencia y peinados de Betty y Veronica para adaptarlos a las modas del momento.

También diseñó nuevos personajes que se revelarían muy populares. En 1951 ya creó, con guión del ubicuo Doyle, a Midge Klump, y en 1980, también con guión de Doyle, crearía igualmente a la pelirroja Cheryl Blossom como un tercer interés romántico para Archie que compitiese con Betty y Veronica, un personaje malicioso y desvergonzado con el que DeCarlo tendría espacio para demostrar su gran capacidad como dibujante de mujeres, pero dos años después de su llegada tuvo que ser alejado de Riverdale por ser "demasiado sexual para un cómic infantil". No regresaría a Riverdale hasta 1994, convirtiéndose en un secundario recurrente y llegando a tener durante varios años su propia cabecera.

Entre medio crearía también en 1962 dos personajes que, pese a no ser de Riverdale, se asentarían con gran éxito en el universo Archie, consiguiendo rápidamente sus propias cabeceras y series de animación: me refiero a Sabrina the teenage witch (creada esta vez con guión de George Gladir, otro gran guionista que tenía la editorial, y que sería el principal escritor de la revista satírica Cracked durante treinta años) y a Josie, que en 1969 formaría su grupo de rock y derivaría en Josie and the Pussycats.
Dada su enorme aportación al universo Archie, es una pena que la relación de DeCarlo con la editorial acabase tan mal, en medio de demandas por los derechos de Josie, ya que, aunque el personaje había sido publicado por Archie Comics (con guiones, cómo no, de Doyle) e integrado en su universo, DeCarlo lo había creado unos años antes basado en su mujer y había intentado venderlo (sin éxito) para realizar tiras de prensa antes de ofrecérselo a los editores de Archie. Pese a ello, el juicio le dio la razón a los editores.

La popularidad de Archie no acababa en el papel. Sólo año y medio después de su creación ya se estrenó un programa de radio basado em el personaje, y posteriormente sería adaptado con éxito a la televisión, empezando por una serie de animación estrenada en 1968 y que tendría continuidad en los 70 con nuevas series basadas en Archie, Sabrina y Josie and the Pussycats (esta última licenciada a los estudios de Hanna-Barbera). Desde entonces se han realizado nuevas adaptaciones, en su mayoría series de animación, aunque sin demasiado éxito; la excepción sería, curiosamente, una serie de acción real, la exitosa Sabrina, cosas de brujas, que popularizó a Melissa Joan Hart y que se mantuvo en antena entre 1996 y 2003.
Archie también obtuvo un inesperado éxito en el mundo de la música, alcanzando un sorprendente número uno en 1969 cuando el grupo formado por los personajes de la serie de animación lanzó "Sugar, sugar": en realidad grabada por anónimos músicos de estudio, la canción se mantuvo un mes en lo alto de las listas de todo el mundo y todavía le proporciona todos los años buenos ingresos por royalties a la compañía.

El único medio que siempre se le ha resistido ha sido el cine. A pesar de haberse vendido derechos y haberse estudiado proyectos, el único film realizado sobre personajes de este universo fue el de Josie and the Pussycats en 2001, que fue un fracaso y además desencadenó el conflicto de derechos con Dan DeCarlo.

Y en este punto dejamos la historia por ahora, habiendo visto el ascenso de Archie a la popularidad. En la próxima entrega: la caída en popularidad, la decadencia, versiones, parodias y los primeros intentos de desatascar a un personaje eternamente atrapado en el limbo de la adolescencia.

3 comentarios:

Liliana Fuchs dijo...

Me ha encantado, genial post para saber más sobre un personaje que solo conocía de oídas y breves referencias. Deseando leer la segunda parte :)

Saludos!

Ricardo Reyes dijo...

Pero sí hubo otra película, en donde se reúnen ya adultos, malona:
https://en.wikipedia.org/wiki/Archie:_To_Riverdale_and_Back_Again

Queco dijo...

Sí, pero no fue cine, sino un telefilme. Entraría en ese cajón de sastre que he resumido como "nuevas adaptaciones sin demasiado éxito", pero sí tenía intención de mencionarla en la siguiente entrega, por cuanto abre una senda interesante que se recorrería posteriormente con mucha mejor fortuna.