THE SHAGGS: MEJORES QUE LOS BEATLES
En su día ya conté todo lo que había que saber de las hermanas Wiggin. Un grupo formado por la obsesión de un padre por cumplir una profecía que había vaticinado que las niñas formarían un grupo de éxito, pese a que las propias protagonistas de la historia no habían manifestado ningún talento musical, y ni siquiera demasiado interés. Su experiencia dejaría detrás un LP y un puñado de canciones, pero la formación no sobrevivió a la muerte de su padre y promotor. Contra pronóstico, su brutalismo fue recuperado y bien recibido en los círculos vanguardistas del post-punk, ganándose admiradores como Frank Zappa (que dijo que eran "mejores que los Beatles") o Kurt Cobain bastantes años después de su separación.
Las hermanas siguen viviendo en su New Hampshire natal, salvo Helen, que falleció en 2005. Como en el caso de Florence Foster Jenkins, se ha realizado un musical basado en ellas. Su Philosophy of the world, grabado en 1969, sigue siendo tan diferente a todo lo demás... que hasta me gusta escucharlo. Sí, en serio.
SONDRA PRILL: LA ESTRELLA DE LA TELEVISIÓN
Entre 1987 y 1992 un canal local de televisión de Tampa se convirtió en la plataforma desde la que Sondra Prill intentó lanzarse como cantante. Con el apoyo económico de su madre creó un programa imaginativamente bautizado My show y del que en el transcurso de esos cinco años se realizaron tres entregas. En él la joven cantante (tan sólo 17 años cuando se emite el primer programa) se dedicaba a hacer versiones y a demostrar todo su talento para la música, que no era demasiado en realidad, por más que tratase de suplir su capacidad vocal forzando las expresiones de su cara. El programa en cuestión también tenía una parte en que Sondra trataba de mostrar su vis cómica, pero parece ser que todavía tenía menos talento para la comedia que para la música.
Aunque esta impagable versión de Technotronic me ha dejado bizco, quizá su interpretación más conocida sea esta gritona versión de una canción de Janet Jackson.
Como con el programa la carrera de Sondra no terminaba de despegar, ella y su madre alquilaron en 1992 el Tampa Bay Performing Arts Center Playhouse Theatre (con capacidad para 900 espectadores) para presentar su espectáculo "A Musical Fantasy", parte de cuyas ganancias se destinarían a ayudar a las víctimas del huracán Andrew que recientemente había pasado por Florida. Con un precio de 50$ por entrada (el doble de lo que artistas consagrados como Al Green o Patti LaBelle habían cobrado recientemente en el mismo recinto), acudirían no más de 70 personas de las que sólo 41 lo hicieron pagando. La actuación concluyó con el tema Oh you sexpot honey, en un número en el que la artista cubrió su cuerpo de miel; ella habría querido hacer el número desnuda, pero la dirección del teatro la obligó a llevar un body. Pegajosa como estaba, tuvo que ser una de las chicas del coro la que cerrase la actuación pidiendo disculpas y despidiéndose de la audiencia.
Después de semejante desastre dejó la música y desapareció de la vida pública, aunque grabaciones de sus programas circulaban a base de copias en VHS. Recientemente resurgieron sus videos en Internet, pero poco se sabe de ella. Se cree que todavía vive en Florida y no debe de tener demasiadas ganas de rememorar su carrera. ¿Quién puede culparla?
MARGARITA PRACATÁN: LA ALEGRÍA DE VIVIR
Nacida en Cuba, una más en una familia con siete hermanos, Margarita adoraba cantar hasta el punto de que huyó de casa para instalarse en New York en busca de una oportunidad en el mundo del espectáculo. Pero las cosas no fueron fáciles. Sobrevivió como dependienta en tiendas de todo tipo (desde perfumerías hasta tiendas de ropa interior masculina) y tuvo que aplazar sus sueños para criar a una hija, producto de un breve matrimonio que acabó en divorcio. Pero Margarita no estaba dispuesta a abandonar. Con una arrolladora y alegre personalidad y un desparpajo y desvergüenza inusitados, Margarita pulió sus habilidades de cara al público en locales de New York en los que frecuentemente subía al escenario a quitarle el micro al artista o a actuar junto a él. Es posible que no fuera capaz de seguir perfectamente la melodía, y su incapacidad para pronunciar correctamente el inglés tampoco ayudaba, pero su actitud alegre y vitalista acababa por convertirla en el alma de cualquier fiesta. En cuanto tuvo una oportunidad, consiguió un pequeño espacio en una televisión local y allí hacía comedia y cantaba, acompañada de un inefable órgano Yamaha, sus peculiarísimas versiones de clásicos de Broadway o del pop.
Sus destrozos líricos y su alegría contagiosa le proporcionaron una cierta popularidad, pero la fama le llegaría definitivamente cuando los productores de The Clive James Show, un talk show británico, la descubrieron en una visita a New York e inmediatamente la invitaron a su programa. En principio iba a ser tan sólo una entrevista para un solo show, pero la respuesta del público fue tan buena que finalmente acabó convertida en una invitada regular del programa. Especialmente recordadas son sus versiones de Hello de Lionel Ritchie, del clásico New York, New York o esta impresioante versión de ABBA:
A partir de ahí ha sabido aprovechar su vis cómica y su popularidad para labrarse una carrera. Ha editado un par de discos, ha dado conciertos en muchos países (es especialmente popular en el Reino Unido y en Australia) y ha actuado en lugares tan prestigiosos como el Prince Albert Hall en Londres, siempre con su inseparable boa de plumas.
JAN TERRI: EL FENÓMENO IMPREVISTO
Jan Terri no lo tuvo fácil a la hora de desarrollar una carrera musical. Tocaba la guitarra y componía sus propias canciones, pero con un nivel no demasiado alto. Además su físico no le ganaba fans precisamente.
Lo que no le impidió dedicarse a la música con entusiasmo. Mientras se ganaba la vida como conductora de limusinas en su Chicago natal, Jan tocaba en el bar de su padre, se produjo dos discos y, con un presupuesto irrisorio, grabó videos musicales para algunas de las canciones. ¡Pero qué videos! No sólo mucho peores que lo que se estaba emitiendo por entonces en la MTV, sino incluso peores que lo que muchos aficionados podían grabar con una simple videocámara. Y como no se llega a ninguna parte sin intentarlo, Jan no sólo envió copias de su obra a medios o compañías, sino que fue más allá y empezó a regalar cintas VHS con sus videos a los clientes de sus limusinas.
Inmediatamente aquello empezó a circular, de la menera en que se movían estas cosas en la época anterior a Internet: con la gente copiandose cintas unos a otros. Porque aquello era tan horriblemente cutre, que a la gente le encantaba. Y Jan Terri se convirtió en una especie de fenómeno de Youtube una década antes de que existiera Youtube. Sus videos se copiaban masivamente. Y eso repercutía en que la artista cada vez era más solicitada y contratada para bolos. Bolos en los que, al no tener grupo de acompañamiento, solía cantar sobre un CD de música pregrabada, añadiendo únicamente algún solo de guitarra. ¡Vamos, lo más! Una de aquellas copias acabó llegando a Marilyn Manson, que primero la contrató para una de sus fiestas en Los Angeles y posteriormente como telonera de alguno de sus conciertos en 1998. En plena cima de popularidad, su disco más reciente fue reeditado y por fin distribuido a nivel nacional.
Pero, como suele suceder con este tipo de fenómenos, su estrella decayó muy pronto. Su figura, sin embargo, parece haberse recuperado gracias a las nuevas redes sociales. En diciembre del 2011 publicó su primer single en más de una década y al parecer prepara un nuevo álbum.
WING HAN TSANG: GLACIAS, NO QUIELO LOSAS
Originaria de Hong Kong, Wing era una inmigrante china más en Auckland, Nueva Zelanda, hasta que decidió dedicarse de lleno a su hobby, la música. Con un órgano electrónico comenzó a actuar en asilos y hospitales de la zona para entretener a los pacientes, y sorprendentemente consiguió un cierto éxito, a pesar de que su incapacidad de afinación, su voz chillona y su fuerte acento oriental la convierten en lo más parecido a un cruce entre Mrs. Miller y Yoko Ono. Sin embargo este pequeño éxito a nivel local la llevaría a grabar su primer disco, y desde entonces no ha parado de actuar. Básicamente se dedica a hacer sus personales versiones (toda ellas impagables) de clásicos como Mamma mía, I wanna hold your hand, In the ghetto, Lucy in the sky with diamonds, Highway to hell, Total eclipse of my heart, Single ladies o esta versión de Michael Jackson:
Pero su gran momento de gloria llegaría cuando en 2005 los creadores de South Park la hicieron aparecer en uno de los episodios de su serie, dándola a conocer a un mayor público. A día de hoy ha conseguido un cierto estatus de culto, ha actuado en muchos países y ha grabado nada menos que 19 discos. En fin, no será una superestrella pero se gana bastante bien la vida haciendo lo que le gusta, que no es poco.
Y por el momento esto es todo. Para próximas entregas prometo centrarme en buscar voces masculinas, para que no creáis que sólo son ellas las que nos rompen los tímpanos. Estad atentos.