¡Segunda entrega del resumen del año! En esta ocasión vamos a recordar los nombres propios que han marcado el año. ¡Y por vez primera en la historia de este blog, una lista copada por el producto nacional!
5. EL JUEVES
El histórico semanario satírico tuvo que afrontar este año la más complicada de las crisis de su historia. Ante la abdicación del Rey, rápidamente los artistas se movieron para hacer una nueva portada, bastante graciosa, en la que D. Juan Carlos le pasaba a su hijo la corona totalmente llena de mierda, un claro símbolo del desprestigio que había estado afectando a la Casa Real en los últimos años. Pero después de haber sido anunciada, la revista se echó atrás, obligada la redacción por el grupo editorial que posee la revista. Las reacciones no se dejaron esperar y un importante grupo de autores decidió abandonar la publicación. Buena parte de ellos acabarían fundando poco después una nueva revista digital, Orgullo y Satisfacción El Jueves ha visto dañado su prestigio, pero mantiene una buena cartera de autores de nivel y sigue adelante.
4. OCHO APELLIDOS VASCOS
Sorprendente éxito de taquilla y fenómeno social, esta especie de versión romántica de Bienvenidos al Norte ha sido punta de lanza y obra más reconocible del que, contra todo pronóstico, se ha convertido en el mejor año comercial de la historia del cine español, con títulos como Torrente 5, El niño o La isla mínima siendo también muy bien recibidos por el público. A pesar de las voces críticas que le reprochaban su abuso de los tópicos regionales, la comparaban con las españoladas de antaño o, simplemente, la detestaban por existir (qué poca gracia hizo su éxito a los nacionalistas vascos más radicales), lo cierto es que esta comedia sobre las peripecias de un andaluz que tiene que hacerse pasar por vasco para ayudar y tratar de conquistar a la chica que le gusta es divertida, es simpática y ha conectado estupendamente con el público. Eso sí, cuidado que ahora nos llegará el aluvión de malas copias.
3. TERESA ROMERO
Un cúmulo de despropósitos desembocó en el primer caso de contagio de ébola fuera de África, y, cómo no, tuvo que ser en nuestro país. La decisión de repatriar a los misioneros afectados era hasta cierto punto lógica en caso de que hubiera los suficientes medios para aislar, contener y tratar a los enfermos. Pero resulta que en España la sanidad ha estado siendo desmantelada desde hace años, que la única unidad especializada en enfermedades altamente infecciosas había sido cerrada hacía un año, que el material de que se disponía era de derribo y que el personal no estaba preparado. Con esas condiciones, resulta milagroso que la cifra total de contagios fuera tan sólo de uno, la enfremera Teresa Romero. Ahora bien, a partir del descubrimiento del contagio, se desató el circo. Salieron a la luz uno protocolos de seguridad bastante lamentables. La infectada había estado haciendo vida normal incluso después de manifestar los primeros síntomas, porque la fiebre que tenía era poca. Cundió el nerviosismo y los políticos se dedicaron a echarle las culpas a otros. La propia enferma, mientras estaba entre la vida y la muerte, fue acusada de torpe e irresponsable, y de haber sido ella la que había incumplido los protocolos y haberse contagiado por su culpa. Hubo hasta campaña en la prensa, con unas fotos espatarrada con perro que repitieron hasta la saciedad. Aislaron a los que habían tenido contacto. Echaron del trabajo a su hermano. Mataron a su perro. Pero por lo menos algo salió bien de todo este caos: no hubo más contagios y la enferma sobrevivió.
2. EL PEQUEÑO NICOLÁS
El tipo que se colaba en todas partes. Un crío con contactos, correveydile de gente importante, presunto estafador, cruce entre el personaje de Leonardo di Caprio en Agárrame si puedes y el de Pepe Sancho en Cuéntame. Un superdotado de la mentira que pasaba bastante de los estudios pero que tenía muy clara su gran ambición en la vida: hacer fortuna y medrar. Como las apariencias lo son todo el chaval vestía bien, iba a la universidad (no había ni aprobado la selectividad, coló a otro para hacerla por él), vivía en mansiones (no eran suyas), viajaba en coches oficiales (no le correspondían) y, de no haberse precipitado y haber sido pillado a tiempo, en unos años podríamos haberle sufrido en un cargo político. Un ejemplo del tipo de parásitos que han prosperado en la clase política española. Por desgracia la gente ha tendido más a reir la gracia del pícaro que a preguntarse cuántos más hay como él a los que les sale bien la jugada.
1. PABLO IGLESIAS Y PODEMOS
Profesor universitario, asesor político y tertuliano televisivo, su popularidad mediática fue sin duda una de las bazas más importantes con las que contó el movimiento ciudadano luego erigido en partido político Podemos para conseguir su sorprendente ascenso en unos pocos meses desde la inexistencia a hacerse un hueco en el Parlamento Europeo y, después, a ser, segun las encuestas, una alternativa posible al triunfo de los dos grandes partidos, envueltos en una profunda crisis de imagen e ideología. Lo que al principio los medios vieron como una simpática anomalía que acaso pudiera fragmentar más aún el panorama de terceros partidos ha crecido más de lo que nadie esperaba provocando un pánico mediático que ha empezado a buscar cualquier pequeño resquicio para atacarles y que, de rebote, nos los está metiendo hasta en la sopa. De momento, su irrupción ha fomentado el debate político, ha sacudido la noción inamovible del bipartidismo y ha proporcionado a muchos la ilusión por el cambio. Aún es pronto para saber en qué resulta todo esto, pero, tanto para sus seguidores como para sus detractores o los que, simplemente, no se fían, no cabe duda de que Iglesias y los suyos han sido los personajes del año.
Mención especial para Park Ji-Young, que salvó muchas vidas en el desastre del ferry que se hundió en Corea en abril, pagando con la suya; para Jasmine Tridevil, que se dio a conocer por las redes sociales por haberse implantado un tercer pecho, aunque luego resultó que era falso; para Natalia Poklonskaya, nombrada fiscal general de Crimea tras la escisión de Ucrania de este territorio, y cuyo atractivo le hizo convertirse de la noche a la mañana en objeto de culto en internet y personaje de numerosos fanarts, en uno de esos fenómenos sorprendentes e inexplicables que a veces tiene la red; para Diego Simeone, que llevó al Atlético de Madrid a competir de tú a tú con equipos con un presupuesto mucho mayor, ganó la Liga y estuvo, por segunda vez en la historia del club, a unos segundos de ganar el máximo título continental; y para José Luis Abós, extraño caso de profeta en su tierra, artífice de la (re)construcción de un combativo CAI Zaragoza de baloncesto al que ascendió a la ACB, mantuvo y llevó hasta semifinales de Liga y hasta Europa, y que tuvo que dejar su puesto como manager para enfrentarse a una batalla por su salud que, como también le ocurrió al ex entrenador del Barcelona de fútbol Tito Vilanova, tristemente no pudo vencer.
Y esto es todo por hoy. Próximamente, la esperada lista de mejores cómics del año. ¡Permaneced atentos!
martes, diciembre 30, 2014
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