viernes, marzo 18, 2005

Ande vás?


Ya llega la Semana Santa, y lo mejor es que me voy de vacaciones, je, je. Lo malo de trabajar en Calanda (sí, la de Buñuel) es que llevan semanas ensayando con los jodidos tambores y ahora mismo lo último que me apetece es quedarme a ver los bombos y las procesiones, pero, eso sí, para hacer turismo de un día o dos os recomiendo que no os perdáis la Ruta del Tambor. Que no me oigan mis jefes, pero creo que lo más espectacular es la Rompida de la Hora en Híjar, porque es a las 12 de la noche (aquí en Calanda es a mediodía) y en una plaza cerrada, que es muy bonita.
Y nada, para ir abriendo boca con el ambiente religioso, había pensado en hacer una lista de películas sobre Jesús, pero cualquier intento palidecería junto a la guía oficial de películas de la Conferencia Episcopal. Aunque no está muy actualizada, no incluye la Pasión de Mel Gibson, la primera película gore de temática religiosa, pero al menos sí incluye el estupendo musical Jesucristo Superstar, que es de agradecer, y más al comprobar el comentario y calificación ("desaconsejable") que da a La última tentación de Cristo.
No puede olvidarse, de todas formas, una escena de una película que un ateo surrealista y calandino de adopción no podría dejar de señalar: la magistral aparición de Jesús saliendo del castillo de los 120 días de Sodoma (la inmortal obra de Sade) en la secuencia final de La edad de oro. Después de esta escena, cualquier otro intento de desacreditar a Cristo es una pérdida de tiempo.
En defensa de Buñuel, diré que creo que no atacaba tanto la figura de Cristo como a aquellos que lo utilizan como símbolo para sus propios fines (sí, exactamente esos en los que estás pensando). A fin de cuentas, era un surrealista, y sabía lo suyo de símbolos. Aun diría más, es probable que lo hiciera sólo para provocar, porque a los verdaderos ateos, sinceramente, la religión nos la repantinfla.
Pero, bueno, para que no se diga que me meto con los cristianos, aquí pongo un enlace que os hará ver la luz. En forma de cómic.
Ah, y el título de este post es una traducción baturra del "Quo vadis?" que le dijo Cristo a Pedro cuando huía de Roma, y que le hizo volver para ser crucificado. Leyenda poco creíble que esconde lo obvio: trató de huir y le pillaron.
Post scriptum 30-3: Apunta mi colega Gustavo que los verdaderos ateos no existen, que son leyendas urbanas. Pues quizá tenga razón. Buñuel, sin ir más lejos, firma alguna de las mejores películas católicas, como Nazarín o La vida láctea, pese a las burlas que hace de la imaginería católica en otras obras como La edad de oro o Viridiana. Su misma frase "gracias a Dios, soy ateo" ya expresa esa dualidad entre la sensibilidad espiritual y el desprecio por la parafernalia.

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