viernes, enero 06, 2012

Lo mejor del 2011: cómics del año

En mis resúmenes anuales parece ser que algunos echaban a faltar una lista con los mejores cómics del año. Así que me he puesto a ello, pero, ¿qué criterios seguir para considerar que la obra es de este año? He incluído comics americanos editados este año que no han sido publicados aún en España, también comics que sólo he descubierto este año cuando han sido publicados en España, y series que llevan ya un cierto tiempo en marcha. En resumen: que he montado un batiburrillo caótico. Pero, en fín, el caso es que éstos han sido los títulos con los que me he quedado:

15. IRREDEEMABLE, de Mark Waid, Peter Krause y Diego Barreto
Generalmente los superhéroes no me interesan demasiado, pero hay que reconocer que el giro oscuro que le ha dado Mark Waid al género está francamente bien. La premisa es estupenda: ¿qué pasaría si el superhéroe más poderoso de la Tierra (el Plutoniano, un trasunto de Superman) de repente se volviera loco y se convirtiera en el más peligroso supervillano, asesinando a millones de inocentes y sembrando el caos, sin que nadie pudiera detenerle? Además de ser una lectura muy entretenida no deja de ser una reflexión sobre el poder. La serie comenzó en 2009 y se publica en España desde 2010, habiendo aparecido aquí tres tomos hasta ahora. Merece la pena seguirla.

14. HARK! A VAGRANT, de Kate Beaton
La verdad es que no tenía ni idea de que este webcómic en activo desde 2006 existiera hasta que, tras la publicación en otoño de una recopilación de su obra por parte de Drawn & Quaterly, empezaron a aparecer reseñas elogiosas por doquier. En principio no me entraba demasiado, pero empezar a leer sus revisitaciones de clásicos y no poder contener la risa fue todo uno (¿cómo es que a nadie se le había ocurrido que Nancy Drew podía ser tan divertida?). Vale, a veces sus chistes no superan la categoría de chorrada, pero, ¡qué disfrutables chorradas!

13. RACHEL RISING, de Terry Moore
Quizá sea un poco pronto para alabar esta serie, a fín de cuentas tan sólo se han publicado tres números, pero tiene muy buena pinta. También es verdad que Terry Moore siempre ha sido bastante bueno en sus planteamientos y luego no ha terminado de saber hacia dónde llevar sus historias. Strangers in Paradise degeneró en un culebrón enloquecido que no puede leerse de un tirón sin sentir un poco de vergüenza ante los bandazos argumentales que pega el autor. Su segunda serie, Echo, su personal visión de los superhéroes, terminada este mismo año, consta de 29 números estupendos y llenos de emoción y se cierra con un último número decepcionante, un poco como si ya no le interesara demasiado esa serie y sólo tuviera ganas de cerrarla y pasar a otra cosa. Su nueva creación, de momento, ha tenido un comienzo excelente. Una joven sale de su tumba en el bosque donde ha sido estrangulada y enterrada. No recuerda nada de lo ocurrido, pero han pasado varios días y algunas personas no parecen reconocerla. Ah, y empiezan a pasar cosas extrañas. Quizá sea porque soy seguidor suyo, pero estoy dispuesto a dejarme llevar de nuevo por Moore. Aunque esta vez, además de disfrutar del viaje, quisiera llegar a buen puerto.

12. MEMORIAS DE UN HOMBRE EN PIJAMA, de Paco Roca
De Paco Roca ya era conocido su talento para hacer excelentes novelas gráficas (Arrugas, El invierno del dibujante) pero con esta obra queda claro que tampoco carece de talento para el humor. Con una gran capacidad para reírse de sí mismo, Roca desarrolla en esta obra con tintes autobiográficos una divertida observación de la vida cotidiana para plantear situaciones jocosas con las que todos nos sentimos identificados, porque en general son cosas que le pueden pasar a cualquiera.

11. RASL, de Jeff Smith
La nueva serie del autor de Bone sigue adelante, por desgracia a un ritmo desesperantemente lento. ¡¡¡Tres números, Jeff!!! ¡¡¡Sólo TRES PUTOS NÚMEROS has sacado este año!!! ¡¡¿POR QUÉ NOS ODIAS?!! Al menos parece ser que no queda mucho para la conclusión de esta serie sobre robos de arte, universos paralelos y Nikola Tesla. Porque es tan genial que tener que esperar tanto de entrega en entrega es un auténtico suplicio.

10. BAKUMAN, de Tsugumi Ohba y Takeshi Obata
Los creadores de Death Note muestran su versatilidad en un trabajo que poco tiene que ver con la obra que les dio a conocer. En esta serie se cuentan las aventuras de dos jóvenes mangakas (como los autores, un equipo de dibujante y guionista) que tratan de triunfar en el mundo del manga. Con una particular mezcla de géneros que va desde el casi documental en que plasman cosas como el proceso creativo de un manga o el funcionamiento interno de la redacción de una gran revista (una versión ficcionalizada de la misma Shonen Jump en que la serie se publica originalmente) hasta el drama romántico, sin descuidar la aparición de elementos cómicos y de secundarios entrañables. A medida que avanza la serie, sin embargo, ha ido perdiendo un poco de gas, y después de unos cuantos tomos se ha aproximado demasiado al terreno del culebrón; además hay unos cuantos momentos en que la serie es bastante machista, aunque no estoy seguro de si eso es un defecto de la serie, si es intencionado por cuanto el público al que va dirigido son chicos y se prefiere por ello potenciar a los personajes masculinos, o si es un reflejo directo de la sociedad japonesa. Estos defectos, sin embargo, no consiguen acabar con una buena obra, muy entretenida y a ratos incluso motivadora. Muy recomendable.

9. QUAI D'ORSAY, de Abel Lanzac y Christophe Blain
El ala oeste de la Casa Blanca y The thick of it son las principales coordenadas entre las que se sitúa esta sátira centrada en el Ministerio de Exteriores francés, en la que se describe el funcionamiento interno de dicho gabinete, principalmente desde la perspectiva del joven contratado para escribirle sus discursos, aunque quien se come la función es, desde luego, el pomposo ministro, sospechosamente parecido a Dominique de Villepin (Abel Lanzac es el seudónimo tras el que se esconde uno de sus asesores en la época en que fue ministro de Exteriores), narcisista, grandilocuente incluso en lo gestual y obsesionado con las citas de Heráclito. Si bien la imagen que se da de este político, a pesar de todo, acaba siendo bastante amable (en algunos momentos se hace hasta entrañable, de hecho el propio Villepin se ha confesado admirador del cómic), la sátira funciona perfectamente a la hora de reflejar los mecanismos del poder y el oscuro efecto del carisma a la hora de nublar las mentes (esa admiración que, pese a todo, el joven asesor va desarrollando por su jefe). Publicada en Francia en 2010, llegó a España este verano, por lo que me permito incluírla en la lista.

8. LIFE WITH ARCHIE: THE MARRIED LIFE, de Paul Kupperberg, Fernando Ruiz, Pat & Tim Kennedy, y otros
No sé cómo explicar esto, pero... ¿es que vosotros no habéis tenido nunca lo que se llama "placeres culpables"? ¿Una canción, una película, una serie, un cómic... que se supone que no debería gustarte pero que no puedes evitar disfrutar? ¡Seguro que sí! Bueno, pues yo estoy disfrutando bastante de este cómic.
¿Por dónde empezar...? Bueno, más o menos cualquier aficionado sabe algo de los cómics de Archie, personaje creado en 1941 y que ha dado lugar a toda una línea editorial que sigue publicándose hasta ahora, siempre con un humor muy blanco y políticamente correcto, y en la que el personaje titular se dejaba querer por la trabajadora Betty y la niña rica Veronica sin llegar a decidirse por ninguna de las dos. Bueno, o al menos no lo hizo hasta 2009, en el número 600, en que finalmente pedía matrimonio a Veronica; aunque con trampa: este número era sólo el comienzo de una saga de seis números con ensoñaciones de Archie sobre qué pasaría si se casaba con Veronica (600-602) o con Betty (603-605). Todo estaba en la imaginación de Archie, así que luego la serie podía seguir igual que siempre.
¿O no? Porque la saga había funcionado tan bien, que la editorial, partiendo de lo planteado en ella, puso en marcha una nueva colección, Life with Archie: the married life, que agrupaba dos cómics diferentes (uno en que Archie estaba casado con Verónica y otro en que estaba casado con Betty) con un tono más oscuro y, lógicamente, más adulto. Resultaba interesante ver cómo la decisión de Archie afectaba también, en un curioso efecto dominó, a todos sus amigos, influyendo en sus destinos. Más interesante aún era comprobar que había cosas que se repetían en ambas lineas argumentales porque la decisión de Archie no las habría afectado. Era una elección curiosa por parte del guionista, que era el mismo en ambas historias. Así que supuse que estaba preparando algo. Y poco a poco aparecían pistas que me daban a entender que mi intuición era la correcta y había un plan maestro dirigiendo ambas series. Y me enganché. Hasta que, finalmente... eh... bueno, no quiero espoilear nada concreto pero digamos que la serie ha dado un giro hacia la ciencia ficción que no es precisamente lo que cabía esperar de un cómic de Archie. Nada tampoco demasiado innovador, pero sí bastante entretenido. Y ahora mismo quiero ver a dónde me lleva. Aunque Archie no esté de moda.

7. THE WALKING DEAD, de Robert Kirkman y Charlie Adlard
Llevamos tanto tiempo siguiéndola y alabándola que a veces se nos olvida de que no sólo sigue ahí, sino que sigue siendo la hostia. Mi madre ya se ha aburrido de la serie de televisión, pero cada vez que voy a la tienda de cómics me pregunta si ha salido un nuevo número. Con eso queda todo dicho.

6. PLAZA ELÍPTICA, de Santiago Valenzuela
No es, a mi juicio, la mejor entrega de las aventuras del Capitán Torrezno, el héroe más personal e inaudito del cómic español, pero el listón estaba tan alto que eso no supone ninguna deshonra, si bien uno piensa que acaso el Premio Nacional de Cómic que recibió, aunque totalmente merecido, sea más al conjunto de la saga que a esta entrega en concreto. Porque tras el colosal esfuerzo que supuso el primer ciclo de la serie (lectura imprescindible), con nuestro héroe entregado a la defensa imposible de una ciudad sitiada por un enemigo temible, Valenzuela ha tenido que cambiar un poco el ritmo para dar paso a nuevas aventuras en las que el mundo en que se desarrolla la serie será explorado más profundamente. Ello supone que en esta entrega haya menos acción directa y más planteamiento de las nuevas situaciones a que va a tener que enfrentarse el Capitán en los próximos volúmenes. Al mismo tiempo, un pesimismo mucho mayor impregna la obra, haciéndose patente el lado oscuro y ambicioso de los hombres, ante el desagrado del protagonista y de sus hombres de mayor confianza, que se ven arrastrados por las maniobras de aquellos hacia una nueva guerra que ni desean ni necesitan. Pero en fín, qué decir: si conocéis ya la serie, estáis enganchados; y si no la conocéis, este tomo es una puerta de entrada difícil y no demasiado accesible, pero no os desaniméis, porque lo que hay dentro es tan genial que no os pesará leeros la serie entera.

5. LET'S PACHECO, de Laura Pacheco y familia
La revelación de la temporada. Laura Pacheco crea un webcómic de base familiar y costumbrista que deviene en colección de series más o menos independientes (algunas de ellas con guiones de su hermana Carmen o de su padre, el señor Pacheco) y, como a veces la calidad y el éxito sí van de la mano, se convierte en uno de los fenómenos interneteros del año en España, dando un rápido salto a la prensa (suplemento S Moda de El País) y al papel (en un estupendo cómic compuesto totalmente de material inédito, ¡nada de recopilaciones!). Una lectura deliciosa e imprescindible.

4. SUBNORMALITY, de Winston Rowntree
No es en realidad ninguna novedad, ya que lleva publicándose desde 2007, pero no ha sido hasta este año que he descubierto la obra de Winston Rowntree así que, aunque en el 2011 tan sólo habrá realizado una veintena de entregas, me permito incluírlo. Una de las más lúcidas sátiras del mundo moderno, este webcómic de éxito y culto creciente y mucho texto, a veces muchísimo, me ha conquistado totalmente y se ha convertido rápidamente en una de mis webs favoritas. Sólo hay que entrar y darle un repaso a su brillante colección de situaciones delirantes y su cada vez mejor aprovechada galería de personajes para saber por qué.

3. THE LEAGUE OF EXTRAORDINARY GENTLEMEN - CENTURY: 1969, de Alan Moore y Kevin O'Neill
Para aquellos que después de leer los dos primeros volúmenes pensaran que todo estaba ya dicho, o para aquellos que después de ver la horrible adaptación fílmica creyeron que la cabecera estaba definitivamente herida de muerte, Moore y O'Neill demostraron tener talento de sobra como para hacer un reboot de su grupo de héroes victoriano en 2007 (el Dossier Negro, ambientado en ¡1958!) antes de emprender, con nuevas reglas y nuevos bríos (o con nuevo formato y nuevo editor, que también), su ambicioso tercer volumen, Century, obra en tres partes ambientadas en 1910, 1969 y 2009 respectivamente. El de 1910 era bueno, pero acaso demasiado próximo a los primeros volúmenes como para apreciar realmente todo lo que los autores preparaban. En cambio, el de 1969, publicado este año, en que los autores se ven obligados a cambiar de nuevo todo el trasfondo tanto de la Liga como del mundo en que ésta se mueve, no sólo brilla más, integrando mejor que nunca en la historia el torrente referencial que satura toda la obra, sino que a su vez realza la anterior entrega, amén de cerrarse con uno de esos cliffhangers geniales que tan bien sabe hacer Moore para que esperemos con impaciencia el desenlace. En suma, imprescindible.

2. HABIBI, de Craig Thompson
Ocho años después de Blankets, otra novela gráfica de gran tamaño y calidad, se esperaba mucho del nuevo trabajo de Craig Thompson. El resultado no defraudó. El álbum, de casi 700 páginas, es una especie de versión atemporal de Las mil y una noches, que utiliza la historia de la joven Dódola y el pequeño Zam, un niño al que educa y protege, y de cómo evolucionan sus vidas a lo largo de los años, para ofrecer una visión cargada de sentimiento sobre la civilización, los mitos, las creencias, el lenguaje y las relaciones humanas, en la que la forma y el fondo (el dibujo y el texto, el agua y las palabras) se entremezclan de un modo que pocos autores se atreven a plantear. Una obra colosal pero que exige cierto esfuerzo al lector.

1. THE LOVE BUNGLERS, de Jaime Hernández
La obra de Jaime Hernández es siempre extraordinaria. Mientras que su hermano Beto ha perdido la frescura con los años, algo de lo que el propio Beto parece ser consciente y que le ha llevado a alejarse del universo cerrado de su saga de Palomar buscando nuevos retos (todavía sin alcanzar las cotas de sus clásicos), Jaime se ha mantenido durante todos estos años al máximo nivel, sin abandonar nunca a sus entrañables personajes de siempre, Maggie, Hopey y el resto de la panda, a quienes sus lectores han visto crecer, casi a tiempo real, de punks adolescentes hasta su plácida madurez actual. Cualquier recopilación de sus historias es lectura imprescindible, y este mismo año se han publicado en España Penny Century (ya publicado antes en grapa) y El fantasma de Hoppers (inédito, aunque cronológicamente anterior a La educación de Hopey Glass, aquí publicado en 2008), que por sí solos, y aun sin ser los mejores momentos de la saga, merecerían ya un lugar en la lista y acaso el mismo número 1. Pero lo que ha publicado Jaime este año en América, culminando una saga que lleva desarrollando treinta años, y acaso cerrándola (porque resulta difícil pedir que vaya más allá), es sencillamente BRUTAL. El último arco argumental de la serie, iniciado en 2010 y finalizado este año (en Love & Rockets New Stories, números 3 y 4) funciona por sí solo, pero cuando llegas a él después de toda la saga, cuando alcanzas sus quince páginas finales, tiene tal carga emocional que corta el aliento la primera vez que lo lees y sigue poniendo la piel de gallina cada vez que lo relees. Pocos tebeos emocionan así.

MENCIONES ESPECIALES: Antes de que alguien venga a preguntarme por tal o cual obra, diré algo sobre algunas otras obras que no he incluído en la lista: Pagando por ello de Chester Brown me acabó aburriendo; La vida secreta de los jóvenes II de Riad Sattouf, no me ha parecido tan fresco como su precedente, aunque sigue siendo recomendable; en cuanto a Tóxico de Charles Burns y Billy Bat de Naoki Urasawa, están bien, me gustan y seguiré leyéndolos, pero antes de incluirlos en ninguna lista esperaré a próximas entregas a ver si me entero de qué van.

¡Hale! Ya podéis empezar a leer lo que os he recomendado, vaya, que me ha costado mucho trabajo hacer esta lista.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

me ha servido para descubrir cositas que aún no he leído
uxue

El Pellizquito de las musas dijo...

Falta una mención honorífica para El Loco Samoano.

SSMM D.Felipe dijo...

El mundillo del comic (el negiciete del comic, para muchos) se ha convertido en un producto de lujo. Dime tú con la crisis y la miseria que recorre spaña de punta@punta (al menos en al-andalus le estamos viendo pero bien las orejas al lobo) quien puede dejarse 20€ o 30€ rn muchos de los títulos que mencionas (albunes de algunos cientos de páginas, muchos de ellos en b/n).
La avaricia de muchos editores ha convertido el mundo del comic en un guetto elitista, accesible solo a unos pocos bolsillos, algo totalmente contrario a lo que ha sido siempre el comic, un producto popular de consumo masivo (pues entre otras cosas, su precio siempre permitió que asi fuera durante décadas y décadas).

Me da pena ver estas listas llenas de obras de autores que he seguido durante años/décadas, que se me han pasado porque, sencillamente en esta coyuntura ahora en spaña, no puedo permitirme. Leer comics se ha convertido en una forma de ocio que yo, ashora mismo y a pesar de tener una tebeoteca...considerable, no recomendaría.