viernes, febrero 24, 2006

Aquellos discos míticos: The Refrescos

No me extraña que se escondan...
¡¡Ah, The Refrescos!! ¿Quién no recuerda a este en el fondo entrañable grupo? ¿Quién no ha coreado alguna vez aquello de "Vaya, vaya, aquí no hay playa"? ¿Quién no se ha reido con la historia del cantante estrellándose contra el suelo un día que saltó sobre el público y éste se apartó? ¿Qué fue de ellos?
El cantante y líder del grupo, Bernardo J. Vázquez, "Bernárdez", un tipo clavadito a Wally pero de orígen gallego, era uno de esos "artistas inquietos" que tocan muchos palos. Como actor ya era conocido por un papel (una especie de Steve Urkel antes de Steve Urkel) en Cajón Desastre. Quizá premonitorio: su carrera post-Refrescos ha seguido por ahí, como presentador en el Disney Channel, por ejemplo.
El éxito fue para ellos algo inesperado. Eran un grupo que tocaba canciones gamberras con ritmo de ska para divertirse y, de repente, en 1989, su primer single se convierte en la canción del verano y su primer LP vende cifras millonarias. Sin embargo, sus siguientes trabajos tendrían una repercusión mucho menor y decreciente, al tiempo que trataban de hacer obras más serias y maduras.
La cosa acabó mal, problemas con compañías y managers, cambios de formación, discusiones y finalmente, en 1999, una separación de la que nadie habla pero que al parecer no fue todo lo amistosa que podría haber sido. Bernárdez ha colaborado con otros grupos y ha tenido otros proyectos musicales. De los otros miembros originales, Bul Bul (batería) y Sobórnez (bajista) fueron miembros fundadores de los Petersellers (otro grupo en plan gamberro), y lo último que he encontrado es que Pardini (guitarrista) y de nuevo Sobórnez tocaban en un grupo llamado Superagente 86.
El disco en sí, aparte de ese clásico que es "Aquí no hay playa", pues bueno, no estaba mal... como divertimento festivo o para adolescentes. Yo recuerdo que me gustaba mucho... en 1989. Claro que entonces no tenía ni idea de música. Ni de nada, debo añadir.
¡Pero có!
Bueno, y ahora pasamos a analizar sus canciones:
Aquí no hay playa: El gran éxito del grupo. ¿Quién no la conoce? ¡Todavía la ponen en bastantes bares! Ska alegre y festivo que no sólo se convirtió en la canción del verano menos olvidable de la historia, sino en himno antimadrileño por excelencia, y eso que el grupo era, paradójicamente, de Madrid. "Podéis decir a gritos que sois capital de Europa, podéis ganar la Liga, podéis ganar la Copa, podéis tener el mando del imperio en vuestras manos, pero al llegar agosto y el verano... podéis tener Retiro, Casa Campo y Ateneo, podéis tener mil cines, mil teatros, mil museos, el oso y el madroño, Cibeles, Torrespaña... pero al llegar agosto, vaya, vaya, ¡aquí no hay playa!". Un clásico del pop español, se quiera o no.
Iñaki: Canción de ritmo más tranquilo y tema políticamente incorrecto. Aunque los agobios del protagonista, condenado a ser despreciado sin haber hecho nada, pueden resultar divertidos, en el fondo refleja un problema social, con la sombra del terrorismo de ETA de fondo. "Aunque he nacido en Getafe todos consideran que soy de Euskadi, que mi hobby es quemar banderas... ¿qué culpa tengo yo de llamarme Iñaki Echevarríarozamena Iraizoz?" El tema más sombrío del álbum.
Cortina: Las obsesiones de Bernardo, perdedor nato (feo, desgarbado y con gafas) no se manifiestan hasta la tercera canción del disco (curiosamente una versión), dedicada a la masturbación. El estribillo no tiene desperdicio: "Cómo tengo que decir, sabes cuánto me fastidia, cómo tengo que pedir que no te limpies más en mi cortina". Sabiendo de qué va la canción, ¡¡¡HACE FALTA SER ASQUEROSO!!!
Beber: El grupo se acerca un poco a territorio Madness... pero sólo un poquito, sin exagerar. Ska-pop agradable para un tema melancólico que el propio Bernardo destroza con su interpretación, que para eso es suyo y puede cargárselo si quiere. "No, no hay solución, pero da igual (no hay solución) pero yo voy a beber por no llorar, nadie me ha visto llorar por ella, llorar por ella, llorar por ella, yo bebo por ella". Bernardo asume su condición de perdedor en la primera de las ¡¡¡CINCO!!! canciones de este disco en las que Bernardo cuenta haber sido abandonado o traicionado por su novia. Quizá por una distinta en cada canción.
Perdedor.
R.I.P.: La segunda canción de abandono. Reggae clásico con ecos macabros. Bernardo se muere y su chica no viene a verle ni después de muerto. Tema muy básico, poca letra, poca guitarra, el peso recae en la base rítmica. Quizá por eso sea de los mejores. "Te olvidaste de mí, te olvidaste, eh, eh, te olvidaste de mí, y no vieeeeeenes no, no vieeeeeenes no, no vieeeeeenes". Cierra la cara A.
Maripili (en el Valle del Ska): Ska acelerado, de lo más frenético del LP, con Bernardo en plan Travis Bickle tratando de salvar de sí misma a una niña prostituta yonqui. "Maripili, ¿dónde estás?, que te han visto, en el valle del skáaaa, te drogabas, en el valle del skáaaa, no lo hagas más, en el valle del ska, tus ojos están muertos a tus quince primaveras, por sólo medio gramo vendes tu cuerpo a cualquiera, no importa lo que digas, no importa lo que hagas, te juro Maripili que te salvaré, ¡palabra!" Hay un momento de la canción en el que Bernardo se alarma crecientemente: "Tú te drogas (en el valle del skáaaa), tú te chutas (en el valle del skáaaa), ¡¡¡TÚ TE PÓ-NES!!! (en el valle del skáaaa), no lo hagas más (en el valle del ska)", menos mal que no sabía más sinónimos porque si no igual le da algo antes de acabar la canción. A pesar de tan bizarra temática fue el tercer single extraído del LP.
La última: Tercera camción de abandono y primera en la que Bernardo deja de lamentarse y trata de consolarse, sin mucho éxito: "Si si si si si te vas (ahora), yo yo yo yo lloraré (sin duda), si si si si si te vas (hay otras), ¡sé que hay otras!" Sí, majo, sí, pero tampoco te van a hacer ningún caso. Una perla poética: "No te lleves mi televisor, si te vas, mejor".
Mentiras: "Ponte los zapatos, haz callar al gato y mira..." ¿Balada ska? De nuevo ska-pop que recuerda (de lejos) a los Madness más serios. Ritmo pausado para el segundo single del LP, ¡que también fue número uno en los Cuarenta! Cuarta canción de abandono, en ella Bernardo pasa a la confrontación directa, aunque sin dejar de ser un perdedor que acepta resignado lo ocurrido. Estribillo digno de los Hombres G: "Mentiras, conozco tus mentiras, te arrancaremos la piel por decir mentiras".
Colonia: Cambio de registro, un rock´n´roll oculto entre tanto ritmo jamaicano. Quinta canción de abandono, en ésta trata de pasar al sarcasmo y al reproche, pero Bernardo nunca tuvo el talento para la venganza que rezuman las letras de J de Los Planetas, y lo que le sale es el tipo de chorrada que diría un niño de Primaria. "Sé que él no te conviene y te hará llorar, ¿que por qué?, tengo mis razones, la principal es que no usa la colonia que yo". Caray, si aquello de "rebota, rebota y en tu culo explota" tenía más odio. Y es que Bernardo asume de manera natural su rol de perdedor: "Sé que es mucho más fuerte que yo, ¿y qué?, que también es mucho más alto, más guapo, más rico, ¿y qué?, pero no usa la colonia que yo, piénalo, tú me has olvidado y yo no, y yo no". Tío, ¿¿PERO DE PARTE DE QUIÉN ESTÁS?? Vale que vayas de gracioso, pero esto es ser patético.
So Urkel.
Me espías: Las dos últimas canciones son la venganza y el triunfo de Bernardo, dejando atrás al perdedor que lleva dentro. En esta canción, vuelta al ska, es objeto de deseo de una fan fatal que le acosa y le espía. "Tú me espías, no me espíes más, uoh, oh, oh, oh, uoh oh oh oh". No es cosa de broma esto, yo una vez tuve una cita a ciegas con una desequilibrada que acosaba (le llamaba por teléfono, le enviaba regalos, se plantaba en su casa) a una ex-presentadora de un programa infantil (y encima acabé teniendo que acompañarla a Urgencias porque decía que tosía sangre). ¡Os lo juro!
Superman III: Otra versión (y de nuevo rock en vez de ska) en la que Bernardo cierra el disco plasmando lo que le gustaría ser a un perdedor como él: "Sé que sabes mi secreto, pues cuando hicimos el amor, me viste la letra del pecho que hay en mi ropa interior, y ahora sabes que yo soy Superman Tres". Sí, vale, tú sueñas: ahora eres superpoderoso y encima ligas. Sí, y yo voy y me lo creo. Claro que ni siquiera aquí se libra de su condición de perdedor, la canción no hace más que contar las pegas que tiene ser un superhéroe. Si es que sólo ve el lado negativo. Es su sino.
FRIKÓMETRO: 3/5 averías

1 comentario:

Clari dijo...

si mi mente no recuerda mal.. estos muñecos los daban hace años en las cajitas felices, yo iba siempre cuando era joven al mcdonalds en la plata a ver que nuevos salían para poder coleccionarlos todos