domingo, septiembre 23, 2007

Aquellos discos míticos: Ponti "country" la pared

Probablemente ni los más fieles seguidores de este blog recordaban ya esta sección, cuya hasta ahora última entrega se había producido nada menos que en enero... Pero, a pesar de la inestable periodicidad, no he olvidado que todavía quedan muchos discos míticos que rememorar. Y hoy, aprovechando el final del verano, vamos a analizar un disco que todo el mundo recordará, pero por una o dos canciones, y es que muy pocos lo habrán escuchado entero (y si en su día lo hicieron, ahora niegan haberlo hecho y juran que ellos sólo escuchaban Nirvana...) Nada más y nada menos que el Ponti "country" la pared de Zapato Veloz.
¡Ese fistro de zapato de la muerte!
He estado intentando documentarme, pero parece muy complicado encontrar en la red información sobre este trío asturiano liderado por Javier Díaz. Así que no tengo demasiados datos sobre su formación ni sobre su discografía. Lo fácil es lo que todos saben: que fueron (con permiso de los No me pises que llevo chanclas) pioneros del agropop (y bastante más divertidos que el jodido Koala), que musicalmente estaban influídos por las orquestinas de pueblo y las chirigotas de Cádiz, y que se hicieron famosos en 1991 con esa mítica canción del verano que fue el Tractor amarillo.
Lo que es más complicado es navegar entre las referencias de su catálogo discográfico y tratar de poner orden, habida cuenta que no hay página web dedicada al grupo y que, además, su compañía de discos quizá se pasó un poco a la hora de editar discos con un par de canciones nuevas y rellenados con temas ya publicados. Y la cosa se complica si tenemos en cuenta que el éxito llevó a la empresa a reetiquetar los discos con el título de la canción de éxito; de este modo, hay ediciones de Ponti country la pared etiquetadas como Tractor amarillo e incluso he encontrado en ebay una edición argentina etiquetada como Hay un gallego en la Luna, algo destacable puesto que ése ni siquiera es el título de la canción.
Pero, vamos, dejando aparte singles y recopilaciones extrañas, parece ser que ésta es la trayectoria del grupo: en 1991, y presumiblemente antes de que el Tractor amarillo pegara su bombazo, grabaron un disco o maqueta que ya contenía la mayor parte de las canciones que conformarían este Ponti "country" la pared (1992) del que voy a hablaros hoy, que sería su primer LP para Horus, la compañía que editaría casi todos sus trabajos. Este disco consiguió algo que está al alcance de muy pocos grupos de canciones del verano: una segunda diana. La Pandeirada sideral no fue un bombazo como el de su antecesor, pero contribuyó a que Zapato Veloz mantuvieran su status y extendieran su éxito por Latinoamérica.
Decididos a convertirse en los Georgie Dann de los 90, los siguientes veranos mantendrían su cita veraniega editando discos como Pa tokiski (1993), con temas como Manolín el piruleta o Samba galega ; A toda máquina (1994), con temas como El Maroto o La Pepa; o Ritmo de corral (1995), con temas como Banana o El loro Floro. Sin embargo, un éxito en retroceso y apuros económicos de la compañía de discos terminarán por estancar su carrera. Alternando su labor con otros proyectos, sin embargo, el grupo ha seguido adelante, aunque ya lo único que he encontrado ha sido una recopilación homónima de éxitos en 1999 y su último disco, La vaca (2005), editado por Piraña Family, aunque creo que publicaron algo también en el 2001 para otra discográfica desaparecida.

Y ahora, vamos con las canciones:
Pandeirada sideral: Enviamos un macho gallego de viaje a la Lú-na, para hacer experiencias sexuales con una marciá-na... El disco comienza de la mejor manera posible, con el Space oddity del agropop, una tecnomuñeira galáctica sin parangón en su género para abrir lo que, como veremos, pronto se convierte en un disco conceptual en torno a una única idea: el sexo. Pero no el sexo romántico de dos personas en comunión la una con la otra, sino el sexo mastuerzo y rural de bájate las bragas que te la endiño, juela! Aparte ciertos errores geográficos (las marcianas digo yo que serán de Marte, no de la Luna), resulta difícil sustraerse al jolgorio de ese Hay un gallego en la Luna-una, hay un gallego en la Luna-una...; a la genialidad de ese estribillo Los marcianos tocaban pandeiro, eiro, eiro, eiro, eiro, las marcianas tocaban la gaita, aita, aita, aita, aita; y, especialmente, a esos inigualables coros estilo "Alvin y las ardillas galácticas" que vocalizan el mantra Hay-un-ga-lle-goen-la-lu-naa. Total, que se convirtió en el otro gran éxito del disco.
Nueve semanas y media: Nuevamente el tema es el sexo, en esta ocasión en la discoteca, con un tema sobreun tipo al que confunden con el protagonista de la famosa película. El estribillo lo dice todo: yo no soy Maikel Rour-ke (sic), soy asturiá-no, pero tengo una banana mucho mejor que la del americá-no...
Algodonera: ¡Más sexo! Esta vez se trata de endiñársela a una negra que recoge algodón en una plantación sureña. Hoy día editar una canción tan repleta de tópicos políticamente incorrectos sobre negros sería imposible. Algodonera, si me quieres dar tu amor, vamos pa la cabaña, donde lo hacía el Tío Tom. Atrevido.
Venechiana: Vals donde se trata de seducir a una veneciana con hache intercalada a través de los encantos de Asturias y de toda una lección de rima creativa: en Venecia no hay este "prao", ni estos montes ni este "ganao", y nosotros aquí "tumbaos". Por desgracia (o para seguir con el tono conceptual del LP) la delicadeza salta por los aires en cuanto hay algo de intimidad: yo, yo te traje a mi casa a ver, a enseñarte el crepús-culó, y otra parte de mi cuerpó... (sí, lo acentúan ahí).
Mulato arrollador: Tecnoswing con estribillo futbolero que toma lo mejor de Georgie Dann para llevarlo incluso más allá que el francés. Impagable coro: oé, oé, oé, oé, negrito está en vivienda, oé, oé, oé, oé, negrito quiere joé.
Ponti "country" la pared: Más que country, este tema parece un hermano bastardo del Johnny Tecnoská de Paco Pil; describámoslo como lo mismo que en el resto del disco, pero con un banjo. Referencias al western y a John Wayne para contar la historia de un vaquero que cruza el país para reunirse con una chica en Kansas City, algo que en principio no sería malo si no fuera porque en la segunda estrofa ya ha llegado y su única ocupación el resto de la canción es culear como un cabrón, incluso durante un tiroteo. Si los Dinamita levantaran la cabeza...
Tractor amarillo: ¿Qué se puede decir del tema mítico? Dale al video y recuerda.
Crucero por el Nilo: Si parecía que con la anterior el tono sexual del LP se había relajado, eso es que no sabíais que ahora venía el plato fuerte. Zoofilia desatada. Dos recién casados, un crucero por el Nilo, ella cae al agua, y de repente encuentra la respuesta al dulce misterio de la vida... Pero qué bien que lo hace, ese feroz cocodrilo, pero qué bien que lo hace, le decía a su marido... El tema lo culmina un estribillo digno de los hermanos Pinzones: chá, po-chapo, chapo-té-a, chapotea con tu rulo, y al otro que está en el barco, a ése que le den por... fino.
Toma nena: llegados a este punto, y cuando uno lee el título de la canción, ya cree que sabe de qué va. Pero por una vez nos sorprenden. Tecnoswing digno de lo mejor de Tennessee en el que, por una vez, se abandona la constante sexual para sugerir una buena alternativa a la marihuana y la cocaína: fabes y sidra. Toma culín, toma culón, verás como la sidra te llega al corazón, si quieres también tener un porrón, come fabada con chorizo y con jamón, por eso toma nena, toma sidrina de la buena, nena... Quizá el clásico desconocido del disco.
Viuda loca: Y el final del disco es también la culminación a tanto deseo, el momento en el que el Hombre encuentra la horma de su zapato, esa mujer todavía más caliente que él y que acaba tomando la iniciativa ella y sometiéndole a él a sus deseos, y no a la inversa como ha ido ocurriendo a lo largo del LP. Viuda loca, usted me provoca, me eleva la cosa más allá del firmamento... Como no podía ser de otra manera, la derrota resulta en que sean coros femeninos, en vez de los del trío titular, las últimas voces que se escuchen en el disco: viuda loca, viuda loca, soy la misma que te toma, viuda alegre, viuda alegre, no termines que te tiene... La trayectoria donjuanesca del álbum conceptual llega pues a su fin...
FRIKÓMETRO: 1,5/5 averías

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente!
Tengo ese casette, hoy convertido en CD y los disfruto a diario!
Saludos!
Rodrigo

martin dijo...

Me lo pille en vinilo. Toma nena de lo mejor de la historia musical de españa.